Ya ha pasado un año desde que la UNESCO determinó Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la Dieta Mediterránea, valorando que no sólo se trata de una forma de alimentarse, sino de un estilo de vida, «La dieta mediterránea es un conjunto de competencias, conocimientos, prácticas y tradiciones relacionadas con la alimentación humana, que van desde la tierra a la mesa, abarcando los cultivos, las cosechas y la pesca […] es un elemento cultural que propicia la interacción social, habida cuenta de que las comidas en común son una piedra angular de las costumbres sociales y de la celebración de acontecimientos festivos…» (podéis leer más aquí). En la nueva Pirámide de la Dieta Mediterránea ya se incluyen las tradiciones sociales, la convivencia, la celebración de acontecimientos festivos como los que tenemos muy cerca, la Navidad.
Algo sí ha cambiado en las tradiciones navideñas, en general, se ha reducido la cantidad de comida que se ingiere en estas celebraciones. Muchos recordamos la cantidad de platos y el volumen de los mismos cuando éramos niños, nuestras madres, tías, abuelas… preparaban una cantidad innumerable de aperitivos, quizá también entremeses, primeros platos muy consistentes, platos principales muy generosos, los postres, los dulces de Navidad, las bebidas, más dulces… por motivos de salud, es necesario que estos ‘banquetes’ no sean tan suculentos, y menos habiendo tantos días seguidos de celebraciones. Disfrutar de la Dieta Mediterránea también en Navidad es muy fácil dada nuestra despensa, hacer un menú equilibrado favorecerá nuestro bienestar y el de nuestros invitados. No queremos decir que en las fiestas navideñas haya que privarse de comer lo que corresponda, aunque sí es importante controlar las cantidades.
La cocina tradicional española favorece el patrón alimentario de la Dieta Mediterránea, buena parte de las recetas de Navidad más populares se contemplan dentro de esta dieta, ya que incluyen cereales, verduras, frutos secos, pescados, carnes, lácteos, vino… las recetas tradicionales también juegan a favor de los alimentos de temporada, en este mes de diciembre disponemos de verduras y hortalizas como la col lombarda, la calabaza, la remolacha, la escarola, las endibias, las alcachofas o los cardos entre otras, seguro que ya estáis identificando con estos ingredientes algunas recetas navideñas.
Estos alimentos nos van a facilitar elaborar un primer plato ligero y nutritivo, y podremos completar el menú con pescados o carnes, o con ambos si tenemos costumbre o deseamos realizar un menú más amplio, pero entonces se deben reducir las cantidades a la mitad. Entre los pescados y mariscos de temporada podemos tener problemas para elegir de la gran variedad de la que disponemos, aunque generalmente no faltan las almejas, los berberechos, las navajas, las vieiras, las ostras, las gambas, el bacalao, la lubina, el salmón, el besugo…
Si hablamos de carne, tanto la caza de la temporada, como las aves de corral o las carnes habituales como el cordero, el buey, la ternera o el cerdo, son alimentos saludables y contemplados en la Dieta Mediterránea. A todo esto hay que añadir las frutas, que pueden formar parte de guarniciones, de una ensalada o de los postres. Ahora bien, con la generosa y variada despensa de la que disponemos en estas fiestas, para favorecer una comida o cena equilibrada, nutritiva y digestiva, debemos valorar los ‘ingredientes añadidos’ y los métodos de cocción.
Una vez más juega a nuestro favor una de las costumbres de Navidad, que es cocinar en el horno. Las carnes o los pescados asados al horno, además de evocar una comida festiva, están contemplados dentro de los métodos de cocción saludables, siempre que como comentábamos, se valoren los ingredientes añadidos. Lo mismo podemos decir de la cocción a la plancha o al vapor de los mariscos que vamos a servir, además de ser métodos de cocción saludables, son ideales para conservar y disfrutar de los nutrientes de los alimentos y de su sabor, siempre se pueden acompañar con salsas, pero al margen del plato o en la salsera para que el comensal decida cómo prefiere tomarlo.
Como bien sabemos, la mejor grasa con la que podemos adicionar nuestros alimentos es el aceite de oliva, como guarnición de asados de carnes o pescados debemos seguir pensando en los productos de temporada, son los que mejor sabor y mejor aporte nutricional nos van a ofrecer. Hay muchas formas de aligerar la guarnición de un plato, los ingredientes más grasos de una receta… algo que se agradecerá a la hora de hacer la digestión, aunque estemos sanos. Si cuidamos cada uno de los platos que conforman el menú de Navidad, podremos llegar a los postres e incluso disfrutar de los turrones, mazapanes, polvorones… sí, también se engloban dentro de la dieta mediterránea, se elaboran a partir de cereales, frutos secos, miel… sólo debemos moderar las cantidades, no olvidemos que es un día de celebración, de convivencia y de buena mesa.