Finalmente la UNESCO ha determinado a la Dieta Mediterránea, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, recordemos que el PCI se define como el uso, la expresión, la representación, los conocimientos y las técnicas que junto a otros instrumentos son parte integrante del patrimonio cultural, patrimonio que se transmite de generación en generación vía oral y que está presente en una comunidad. También está presente a través de la interacción con la naturaleza y la historia y a la vez, provoca el sentimiento de identidad.
Hasta el momento, la gastronomía no se contemplaba en el contexto del PCI, sin embargo, sí se consideraban los usos sociales, los rituales, los actos festivos, los conocimientos o usos que estén relacionados con la naturaleza y con el universo, además se incluyen técnicas artesanales tradicionales, expresiones orales o tradiciones e idiomas. Pero la gastronomía tiene un peso muy importante y por ello se ha terminado designando a la Dieta Mediterránea, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A esta alegría se suma México, ya que se ha reconocido a la Gastronomía Mexicana, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
A través de la página oficial de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) podemos leer:
“La dieta mediterránea es un conjunto de competencias, conocimientos, prácticas y tradiciones relacionadas con la alimentación humana, que van desde la tierra a la mesa, abarcando los cultivos, las cosechas y la pesca, así como la conservación, transformación y preparación de los alimentos y, en particular, el consumo de éstos.
En el modelo nutricional de esta dieta, que ha permanecido constante a través del tiempo y del espacio, los ingredientes principales son el aceite de oliva, los cereales, las frutas y verduras frescas o secas, una proporción moderada de carne, pescado y productos lácteos, y abundantes condimentos y especias, cuyo consumo en la mesa se acompaña de vino o infusiones, respetando siempre las creencias de cada comunidad.
La dieta mediterránea –cuyo nombre viene de la palabra griega diaita, que quiere decir modo de vida– no comprende solamente la alimentación, ya que es un elemento cultural que propicia la interacción social, habida cuenta de que las comidas en común son una piedra angular de las costumbres sociales y de la celebración de acontecimientos festivos. La dieta mediterránea ha originado además un conjunto considerable de conocimientos, cantos, refranes, relatos y leyendas.
Asimismo, está arraigada en una actitud de respeto hacia la tierra y la biodiversidad y garantiza la conservación y el desarrollo de actividades tradicionales y artesanales vinculadas a la agricultura y la pesca en muchas comunidades de países del Mediterráneo, como Soria en España, Koroni en Grecia, Cilento en Italia y Xauén en Marruecos. Las mujeres desempeñan un papel fundamental tanto en la transmisión de prácticas y conocimientos específicos sobre rituales, gestos y celebraciones tradicionales, como en la salvaguardia de técnicas.”
Desde hace años se han defendido los beneficios para la salud de la Dieta Mediterránea a través de numerosos estudios e investigaciones, por otro lado, se ha documentado perfectamente el arraigo de la dieta y los productos que la componen desde la antigüedad, aceite de oliva, pescados, verduras, etc., la candidatura de la Dieta Mediterránea ha dado finalmente sus frutos. El Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sirve para proteger y preservar la tradición, hay que tener en cuenta que la mención PCI es relativamente joven y posiblemente año tras año se incluyan nuevas propuestas. De momento podemos sentirnos satisfechos, la Dieta Mediterránea es Patrimonio de la Humanidad.
Foto 1 | Funadium