La palabra dieta después de Navidad está en boca de casi todos. Después de varios días de grandes comidas y cenas, de picoteos muy calóricos, de copas con calorías vacías, etc., a quien más y a quien menos les acecha el sentimiento de culpa, la mayoría hemos comido más de lo que nuestro cuerpo necesita, pero posiblemente menos de lo que nuestro paladar quisiera.
A veces comemos más porque nos gusta disfrutar de los manjares que nos rodean en las fiestas navideñas, otras veces por no decepcionar a los anfitriones o cocineros que nos han querido agasajar con sus mejores recetas navideñas. La dieta después de Navidad nos la pide la mente, a algunos también se la pide el cuerpo, pero puede resultar difícil (a los que nos gusta comer) cuando el paladar ha disfrutado de tantos platos sabrosos durante tantos días, a lo bueno es fácil acostumbrarse.
Y no nos olvidemos de que todavía queda el día de Reyes, donde no sólo el Roscón de Reyes es el extra de la comida, al menos en nuestra casa es como cualquier otro día de las fiestas de Navidad, mucha gente, mucha comida y mucho disfrute, lo bueno es que hemos tenido varios días de por medio para llevar nuestra dieta habitual.
Hacer dieta es muy difícil para la mayoría de personas que se lo proponen, así que lo mejor es obviar esa denominación, tampoco es muy agradable decir ‘dieta desintoxicante’, cualquiera diría que los canelones, la zarzuela de marisco, la sopa de galets, el pavo a la naranja o la crema de setas y foie entre otros manjares que hemos podido disfrutar estas navidades, nos hayan intoxicado.
Disfrutar de la mesa en Navidad no debe hacernos sentir culpables, lo que hemos hecho ha sido comer bien y con un poco de capricho durante 4-6 días festivos, aunque las navidades se vean englobadas en una quincena, el resto de días deberíamos haber llevado una dieta normal, incluyendo algún dulce extra como el turrón, polvorones y demás. Por lo tanto, no hay que exagerar.
Después de las navidades directamente hay que regresar a nuestros hábitos de alimentación equilibrada, lo que no debemos hacer en ningún caso es saltarnos ninguna comida. Las personas que deseen perder algunos kilos, en caso de que sean más de tres, deben acudir a su médico para que les dirija al especialista que les indicará cómo hacerlo con cabeza. Si se desean perder menos de tres kilos, será coser y cantar, lo único necesario es no obsesionarse, no pesarse cada día y no pretender perder esos kilos en una o dos semanas, pues lo que no hay que perder en ningún momento es la salud, sino mejorarla.
Son los profesionales los que deben dar consejos sobre nutrición y dietética, pero hay conceptos básicos de nutrición que todos debemos conocer. Hay que evitar caer en las dietas rápidas o dietas milagro, la dieta mediterránea es efectiva para adelgazar siempre que no haya otros problemas de salud que provoquen el sobrepeso o la obesidad. Y al respecto de estas patologías, seamos conscientes de que los ‘atracones’ navideños no son los que provocan la obesidad en personas sanas, ya lo hemos dicho, la Navidad son cuatro días.
La mejor dieta post-navidad es retomar o adquirir los hábitos de vida saludables, apostar por la Dieta Mediterránea y por la realización de ejercicio físico diario. Disfrutar con métodos de cocción que conservan las propiedades de los alimentos y su sabor, como la cocina al vapor, al horno o a la plancha, tomar legumbres, pasta, arroz, carne, pescado, verduras, frutas y vegetales, tanto crudos como cocinados, aceite de oliva y procurar que el aporte de fibra en la dieta sea el adecuado.
Podemos comer de todo midiendo las cantidades y cocinando de forma saludable. No hay excusa para ello si se tiene poco tiempo para cocinar, precisamente es la cocina saludable la que menos cuesta hacer.
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