Sería interesante conocer la base científica de la Dieta de la Luna, una dieta cuya teoría se basa en que la luna no sólo controla algunos aspectos de la Tierra, como son las mareas, por ejemplo, sino que también influye en nuestra digestión y en la retención de líquidos.
Quienes siguen la dieta de la Luna se encuentran sujetos a las cuatro fases lunares, luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante. Es una dieta que podríamos tachar de muy imaginativa y que no se encuentra respaldada ni por los científicos ni por los especialistas en nutrición. Incluso luchan contra ella, un ejemplo lo muestra Ángeles Menéndez Patterson, catedrática de Fisiología de la Universidad de Oviedo, la experta quiere demostrar a la población la falsedad y los peligros que encierran muchas de las llamadas dietas milagro.
Las conclusiones de Ángeles Menéndez Patterson son las siguientes, las dietas milagro no existen, no se puede adelgazar sin esfuerzo, quemar calorías cuesta y no existen alimentos malditos, poner en práctica estas dietas puede representar un grave riesgo para la salud y como efecto secundario además, pueden provocar el aumento de peso y provocar el conocido efecto yoyo, del que ya hablamos en el post proyecto Diogenes, efecto yoyo en las dietas.
Hay que tener mucho cuidado con este tipo de dietas, quienes las desarrollan pretenden, con nombres atractivos o llamativos, atraer la atención, la dieta de la alcachofa, la del pomelo, la del vinagre o en este caso, la Dieta de la Luna, ¿con qué fin lo harán?.
El proceso de esta dieta comienza una hora antes de que cambie la fase lunar y se mantiene durante 25 horas ininterrumpidas, en ese periodo no se puede realizar ingesta alguna de alimentos sólidos, solamente líquidos. El resto de días se puede comer normalmente.
Quienes siguen esta dieta creen en los cambios producidos en nuestro organismo consecuencia de la influencia lunar, la atracción de la Luna sobre los mares y demás líquidos, es aplicada a los líquidos que componen nuestro organismo. Beber mucha agua durante ese periodo de ayuno, dicen que contribuiría a desintoxicar el organismo logrando una reducción de hasta dos kilos de peso.
En fin, todas las búsquedas que hemos realizado ofrecen la misma respuesta, la dieta de la Luna no es una dieta recomendada y provoca desequilibrios en nuestro organismo, no responde a ninguna base científica a pesar de que su creador fuera un médico de la Universidad de Miami, que decía haber descubierto la relación existente entre la Luna y ciertos tipos de alimentos, a partir de esta base creó el plan de alimentación. Enhorabuena por contribuir a agravar un problema de nuestra sociedad y felicidades por dejar a un lado los estudios científicos de rigor.
Volvemos a recomendar realizar una dieta saludable como la Dieta Mediterránea conjugada con la práctica de ejercicio adecuada y, sin prisas…
Vía | La Nueva España
Más información | Med Estética