El próximo 16 de octubre se celebrará el Día Mundial de la Alimentación 2013, este día se celebra con el propósito de dar a conocer y destacar aquellos problemas relacionados con el hambre, se invita a todos los países a que pongan en marcha todos los mecanismos y recursos necesarios para intentar erradicar el hambre en el mundo. Este día se hizo oficial por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en 1979 y desde entonces, se han abordado muchos temas relacionados con el problema del hambre, el año pasado el día se celebró bajo el lema “Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo”, este año se celebrará con el lema «Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición”.
Este año se celebra el Día Mundial de la Alimentación destacando algunos de los problemas asociados al hambre, la FAO nos explica que uno de cada cuatro niños menores de cinco años sufre retraso en el crecimiento consecuencia de una mala alimentación. En términos generales esto significa que unos 165 millones de niños no van a alcanzar todo su potencial físico y cognitivo. Hasta 2.000 millones de personas de nuestro planeta carecen de las vitaminas y minerales necesarios para poder tener una buena salud. Estos son algunos puntos en lo que respecta al contexto del hambre, pero también se trata el otro extremo, el sobrepeso y la obesidad, recordemos que el lema es ‘Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición’. Hasta 1.400 millones de personas sufren sobrepeso, de ellas, un tercio son obesas y tienen un elevado riesgo de sufrir diferentes enfermedades, diabetes, síndrome metabólico, cardiopatías, etc.
La FAO destaca la importancia de los sistemas alimentarios, todos sus aspectos influyen en la disponibilidad y accesibilidad a los alimentos. El sistema alimentario está formado por las personas, el entorno, los procesos productivos, las instituciones, un engranaje que posibilita llevar hasta la mesa del consumidor los alimentos, los consumidores terminan diseñando su dieta pudiendo ser o no saludable. Otro condicionante que influye en la dieta es la educación nutricional, el nivel económico de las familias y el precio de los alimentos. La FAO nos explica que las políticas y las intervenciones relacionadas con los sistemas alimentarios, en muy pocas ocasiones se diseñan con la nutrición como objetivo principal, pero incluso si se diseñan a tal efecto, no son efectivas para reducir la malnutrición.
Una dieta saludable se basa en la cantidad y la calidad, los expertos recomiendan comer de forma variada como clave para lograr una dieta de calidad, paralelamente hay que controlar la cantidad de comida que se ingiere, así como su contenido calórico y energético, en el equilibrio está la clave. Diferentes formas de malnutrición pueden coexistir en un país, en un hogar e incluso en un mismo individuo, una mujer que sufre malnutrición tiene más posibilidades de dar a luz a niños con bajo peso, algo que incrementa el riesgo de que puedan padecer deficiencias cognitivas y físicas. Si los progenitores son obesos, éstos pueden sufrir carencias vitamínicas y sus hijos pueden sufrir problemas de retraso en el crecimiento, también por el riesgo de bajo peso al nacer.
Como vemos, este año la FAO no aborda el hambre como en ediciones anteriores, se tratará la malnutrición en todo su contexto a fin de promover las dietas sanas y equilibradas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el coste de la malnutrición es muy elevado, llegando a representar hasta un 5% de los ingresos mundiales, se destaca el gasto sanitario y la pérdida de productividad como principales factores del coste. Atajar la malnutrición es todo un desafío, es una tarea muy necesaria, la FAO recomienda a la comunidad internacional una inversión anual de 1.200 millones de dólares en un periodo de cinco años para la reducción de las carencias de nutrientes, con ello se mejoraría la salud, se reduciría el gasto sanitario, se reducirían las muertes infantiles y se podrían generar beneficios anuales de hasta 15.300 millones de dólares. Esto ya no nos queda tan claro, si una inversión de 1.200 millones anuales produce ese beneficio, ¿por qué no se realiza?
En el Día Mundial de la Alimentación 2013 también se va a tratar el problema de la degradación ambiental, se destaca que el modelo de agricultura intensiva está relacionado con el cambio climático, la degradación de la tierra, la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad, etc. Agricultura y ganadería utilizan el 70% de los recursos de agua dulce, hay que decir que la pérdida de agua es mucho mayor, recomendamos leer el post Agua virtual. La ganadería acapara el 80% de las tierras de cultivo y pastos a escala mundial, como sabemos, se destruye biodiversidad para ganar más tierras cultivables, sin embargo, no es una medida efectiva para poder alimentar a la población en el año 2050.
De hecho, un estudio concluye que no se va a poder satisfacer dicha necesidad, en esta investigación se muestra que los rendimientos de los cultivos en términos globales aumentan muy poco, hasta el punto de que el planeta se enfrenta a una inminente y creciente crisis agrícola. La FAO habla de los sistema alimentarios sostenibles y los considera eficientes, ofrecen una dieta nutritiva capaz de satisfacer las necesidades alimentarias, pero estos sistemas sostenibles son difíciles de aplicar, son muchos los problemas a abordar, políticos, económicos, tecnológicos… Como suele ser habitual, la FAO apunta los problemas pero las soluciones que ofrece no parecen contemplar el conjunto de problemas existentes.
La FAO propone un cambio de comportamiento utilizando herramientas como la educación nutricional, las campañas informativas y otra serie de medidas que hasta la fecha han sido poco eficaces. Apunta la necesidad de reducir el desperdicio alimentario, recordemos que unos 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura, alimentos que ayudarían a reducir el hambre y la malnutrición. En fin, el tema es muy complejo, no es tan sencillo como lo pinta la FAO, esta organización lanza tres mensajes clave: «Una buena nutrición depende de las dietas saludables», «estas dietas exigen sistemas alimentarios saludables, educación nutricional, saneamiento y sanidad entre otros», «los sistemas alimentarios saludables sólo son posibles con políticas e incentivos coherentes».
En fin, cada año se celebra el Día Mundial de la Alimentación y los avances son poco significativos, el número de hambrientos es muy elevado, al igual que el número de quienes padecen sobrepeso y obesidad. Además las cifras se van incrementando, lo que delata que ni se aplican reformas y políticas adecuadas, ni parece que exista una clara intención de realizar una profunda reforma.
Podéis leer toda la información que se tratará en el Día Mundial de la Alimentación a través de este enlace (Pdf).
Foto 2 | CIAT
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