Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Vigo, del laboratorio ASMECRUZ de Pontevedra, del Cefas (Centro para la Ciencia del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido) y del CFSAN (Centro para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición Aplicada de Estados Unidos), ha descubierto la presencia de un gen resistente a los antibióticos en la salmonella presente en los mejillones.
Para los investigadores españoles que han dirigido el estudio y para el resto de los expertos en general, se trata de un descubrimiento preocupante, ya que el noroeste de España es el tercer productor mundial de mejillón de acuicultura y uno de los principales proveedores de mejillones del mercado europeo. Ya se sabía que el gen mcr-1 confiere resistencia a la colistina, un antibiótico que se considera una de las últimas armas contra bacterias polirresistentes, por lo que incrementa aún más la preocupación.
La aparición de la resistencia a la colistina por el gen mcr-1 se había documentado en aislamientos de enterobacterias en animales y seres humanos en China, también se documentaron casos clínicos en seres humanos en Europa, en entornos de producción animal y en diferentes alimentos. Los investigadores comentan que se ha documentado que el ecosistema marino es una reserva de la cepa resistente a los antibióticos, contribuyendo de forma significativa a la globalización de la resistencia a estos fármacos.
A esto sumamos que el comercio de animales y carne también es un factor determinante en la propagación de la resistencia, igual que lo son los desplazamientos que realizan por el mundo los seres humanos que puedan estar infectados por bacterias resistentes a los antibióticos. Muchos investigadores consideran que el aumento de la resistencia bacteriana a estos fármacos en especies de Salmonella no tifoideas (Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium entre otras) se considera un problema de salud pública del siglo XXI, aunque también lo son el resto de las bacterias que generan la resistencia.
Que aparezcan genes de resistencia en los mejillones no es algo que nos sorprenda, recordemos que hace un par de años, una investigación encontró hasta 132 genes de resistencia en la harina de pescado. Por otro lado, ya hemos hablado del problema del aumento de bacterias resistentes a los antibióticos en Europa, apuntando que los antibióticos utilizados para tratar enfermedades como la salmonelosis y la campilobacteriosis se están volviendo menos efectivos, pero resulta aún más preocupante la aparición de genes resistentes a antibióticos de último recurso como la colistina.
En la investigación, los expertos aislaron 19 cepas de salmonella en 5.907 muestras de mejillones que fueron seleccionadas al azar durante un programa de monitorización y análisis de microorganismos patógenos en los mariscos de Galicia de 15 áreas de producción y cuatro estaciones de procesamiento entre los años 2012 y 2016. Los expertos recogieron 5.560 muestras de mejillones crudos en cada área de producción y otras 347 muestras de mejillones cocidos procedentes de las plantas de procesamiento. Todas las muestras se analizaron en el laboratorio ASMECRUZ en las siguientes 12 horas tras su recepción, se aislaron 19 cepas de salmonella, de las que cuatro estaban presentes en los mejillones cocidos, la prueba de resistencia a la susceptibilidad de los antibióticos di positivo para cuatro antibióticos probados, se encontró una cepa resistente a ocho tipos de antibióticos y otra a nueve tipos.
Como comentábamos, los ecosistemas marinos pueden ser una fuente de genes de resistencia a los antibióticos, la razón es que sufren la contaminación procedente de desechos agrícolas, desperdicios y desechos de la actividad humana, la masificación del turismo en zonas costeras, etc. Por cierto, merece la pena recordar un estudio del que hablábamos recientemente, realizado por expertos de la Universidad del País Vasco, en el que se concluía que los peces acumulan en su organismo antidepresivos, antibióticos y componentes de cremas solares. Esos antibióticos contribuyen al incremento y propagación de la resistencia como comentábamos anteriormente.
Los expertos explican que los resultados obligan a realizar una continua vigilancia a los mejillones, destacando que es necesario que se lleve a cabo una correcta gestión de las explotaciones, donde el proceso de purificación sea lo más eficiente posible y se realice un amplio y detallado examen sanitario a los moluscos listos para el consumo humano. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la revista médica Eurosurveiance.
Fotos | Jlastras