Recientes investigaciones han descubierto el mecanismo que asocia el consumo excesivo de carne roja con el cáncer colorrectal, además, se ha identificado una posible estrategia para interferir en este proceso y ofrecer nuevos tratamientos. El trabajo que ha sido desarrollado por un equipo de científicos del Centro Nacional del Cáncer de Singapur y la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur, muestra cómo el hierro presente en la carne roja, puede contribuir al desarrollo de este tipo de cáncer.
El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más común en el mundo, es una enfermedad que afecta al intestino grueso o al recto, y es responsable de aproximadamente el 10% de todos los casos diagnosticados, y a esto hay que añadir que se erige como la segunda causa de muerte relacionada con esta enfermedad. Aunque hay factores de riesgo que están bien documentados, como la edad, los antecedentes familiares y el estilo de vida, el papel de la dieta ha sido objeto de una especial atención. Recordemos que desde hace algunos años se apunta que el consumo excesivo de carne roja, a pesar de su valor nutricional como fuente de proteínas y minerales esenciales, ha sido identificado como un factor de riesgo significativo.
Los investigadores han comenzado a entender cómo el hierro presente en la carne roja, puede influir en la progresión del cáncer. En el estudio se analizaron muestras recientes de cáncer colorrectal, los expertos encontraron que el hierro (en su forma Fe3+) activa la telomerasa, una enzima que resulta crucial para la división celular, que se realiza a través de una proteína denominada pirina y que es responsable de detectar el hierro en las células. Comentan que este proceso es preocupante porque la telomerasa, al reconstruir los telómeros (estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas) permite que las células cancerosas se dividan indefinidamente, lo que lleva a una proliferación incontrolada.
Para entender mejor este mecanismo, es importante saber qué son los telómeros y la telomerasa. Los telómeros se acortan con cada división celular, y una vez que se vuelven demasiado cortos, las células ya no pueden dividirse. Sin embargo, en las células cancerosas, la producción de telomerasa permite que estas continúen dividiéndose, lo que les otorga una especie de «inmortalidad» que alimenta el crecimiento de los tumores.
Este descubrimiento proporciona un mecanismo molecular que explica la conexión entre el consumo excesivo de carne roja y el cáncer colorrectal, además, abre nuevas vías para el tratamiento de esta enfermedad. Los investigadores han identificado una pequeña molécula denominada SP2509 que puede bloquear la reactivación de la telomerasa al impedir que el hierro se una a la pirina. En los ensayos de laboratorio realizados, la molécula SP2509 demostró ser efectiva para reducir la reactivación de la telomerasa, por lo que se limita el crecimiento tumoral.
Por cierto, recordemos que una investigación de la Universidad de Nevada (Estados Unidos) presentada a finales de 2017, concluía que un gen inactivo denominado CMAH que era responsable de la síntesis y protección ante un glúcido denominado Neu5Gc presente en la carne, era el responsable de que la carne roja pudiera producir cáncer. Los investigadores explicaban que al estar el gen inactivo, la ingesta del glúcido Neu5Gc provoca una respuesta inmunitaria pudiendo causar inflamación, artritis y cáncer.
Los responsables del nuevo estudio apuntan la importancia de comprender el papel del hierro en la activación de la telomerasa, ya que esto podría conducir al desarrollo de tratamientos más eficaces, y especialmente en aquellos pacientes que tienen altos niveles de hierro. Se tiene la esperanza de que el desarrollo de terapias que se centren en este mecanismo, puedan mejorar los resultados para quienes padecen cáncer colorrectal.
Como sabemos, la investigación sobre la relación entre la carne roja y el cáncer no es algo nuevo. En el año 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la carne roja procesada como un posible carcinógeno, basándose en una creciente evidencia de que su consumo se asociaba con varios tipos de cáncer. Estudios previos han relacionado los nitritos de los productos cárnicos procesados con el riesgo de cáncer, y el análisis de la relación entre la dieta y el riesgo de cáncer ha sido un tema de continuo interés para la comunidad científica.
Este último descubrimiento se suma a una serie de evidencias que sugieren que, aunque la carne roja puede ser parte de una dieta equilibrada, se debe evitar un consumo excesivo. Las recomendaciones dietéticas podrían tener en cuenta los datos de este nuevo estudio, a fin de reducir el riesgo de cáncer colorrectal entre la población.
A medida que se realicen nuevas investigaciones, será crucial seguir explorando cómo estos descubrimientos pueden traducirse en estrategias más efectivas de tratamiento, además de ofrecer mejores recomendaciones dietéticas que protejan la salud pública. La identificación de SP2509 como un posible nuevo tratamiento, podría suponer un cambio de paradigma en la forma en que se aborda el cáncer colorrectal, proporcionando a los enfermos opciones más personalizadas para su tratamiento y por tanto, mayor esperanza de superar la enfermedad.
No hay duda de que para mantener una buena salud y reducir el riesgo de cáncer colorrectal, es imperativo seguir una dieta equilibrada como la Dieta Mediterránea, que enfatiza el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables, a la vez que limita el consumo de carne roja y productos procesados. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página del National Cancer Centre de Singapur, y en este artículo publicado en la revista científica Cancer Discovery.
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