Un consorcio internacional formado por más de 60 investigadores de siete países ha anunciado que ha conseguido descifrar el genoma del trigo duro, concretamente de la variedad italiana de alta calidad Svevo (Triticum durum Desf.), utilizada principalmente en la producción de pasta. Gracias a este mapa genético, se podrán desarrollar nuevas variedades con características específicas que mejoren la resistencia frente a plagas y enfermedades, la productividad, las cualidades nutricionales y organolépticas, etc.
Los expertos comentan que ahora podrán examinar los genes del trigo duro, su orden y estructura, facilitando la comprensión de cómo actúan y se comunican entre sí, de este modo se podrá desarrollar una estrategia para identificar rápidamente aquellos genes de interés y que son responsables de los rasgos y características deseadas que se seleccionan en los programas de mejoramiento, lo que supondrá una gran contribución en la mejora de la seguridad alimentaria.
El trigo duro evolucionó a partir del trigo salvaje y se estableció como un cultivo prominente en el área del Mediterráneo hace aproximadamente entre 1.500 y 2.000 años, precisamente se realizó una comparativa entre ambos tipos de trigo y se descubrió que se había producido una pérdida de la diversidad genómica en el trigo duro actual en comparación con el trigo salvaje. A partir de esta comparativa, se pudieron señalar esas áreas perdidas y recuperar genes beneficiosos que se han perdido a lo largo de siglos de cultivo.
En este sentido, merece la pena recordar la investigación realizada por expertos de la Universidad de Queensland, en la que se concluía que las actuales variedades de trigo habían perdido muchos genes como consecuencia de la domesticación, genes que se pueden encontrar en sus ancestros salvajes y que son imprescindibles para garantizar el futuro del trigo actual. Con estos genes que se pueden recuperar a partir de las variedades salvajes, se podrá mejorar la resistencia a las enfermedades, enfrentarse a los desafíos del cambio climático, etc.
Los responsables de la secuenciación genética hablan de genes perdidos, aunque probablemente también estén presentes genes que se han silenciado debido a la domesticación del cultivo y los cruzamientos realizados a lo largo de la historia. Con el mapa genético y las comparativas, se dará un gran paso en la mejora del trigo duro actual y en garantizar su producción futura. Hablando de genes interesantes, se ha identificado un gen responsable de la acumulación de cadmio en el trigo, un metal pesado clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como un carcinógeno humano. El caso es que se ha descubierto cómo reducir significativamente los niveles de cadmio en el trigo duro mediante una técnica de crianza selectiva, lo que mejora la seguridad del alimento y sus valores nutricionales.
Los expertos comentan que la pasta es un alimento básico para la población mundial y la industria alimentaria demanda cada vez más trigo duro, que sea seguro y de mayor calidad, esto sólo se puede conseguir contando con una valiosa herramienta como su mapa genético. Podéis conocer todos los detalles de la investigación, las comparativas entre los genomas, los detalles sobre la estructura del germoplasma, las relaciones filogenéticas, los detalles sobre cómo se ha producido la reducción de la diversidad genética, etc., a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Saskatchewan (Canadá), y en este otro publicado en Nature Genetics.
Foto 2 | Forest and Kim Starr