A principios de año entraba en vigor en California la denominada Ley del Guante, una nueva norma que obligaba a cocineros y empleados de establecimientos que manipulan alimentos, a utilizar guantes desechables o en su defecto otros utensilios que evitaran el contacto de las manos con los alimentos listos para el consumo.
Esta nueva reglamentación no fue bien acogida por el sector de la restauración de California, algunos chefs argumentaban que provocaría el efecto contrario, en vez de evitar la posible transmisión de virus y bacterias en la alimentación, empeoraría el grado de higiene porque la tendencia que se establecería es no lavarse las manos porque se utilizan guantes. También argumentaron que se trataba de una ley no respetuosa con el medio ambiente, ya que si se prohíben las bolsas de plástico, no tiene sentido impulsar el uso de los guantes desechables para la manipulación de los productos. Lo cierto es que se han proporcionado varios argumentos que cuestionaban seriamente la norma, por ello, al poco tiempo se puso en marcha un Proyecto de Ley para intentar derogar la ley que obliga al uso de guantes desechables en la cocina.
Ayer se votó en el Senado de California para derogar la Ley del Guante, la unanimidad ha sido la tónica dominante y se ha aprobado que se retire la nueva reglamentación, ahora sólo resta esperar un formalismo, que el Gobernador Jerry Brown firme el documento de derogación.
En su lugar se aplicará una nueva ley menos restrictiva que velará igualmente por los intereses y seguridad de los consumidores y facilitará el trabajo en las cocinas de los restaurantes. Hay que decir que esta normativa que no permitía manipular los alimentos con las manos desnudas estaba establecida en el ámbito nacional, es una sugerencia que se incluye en el código alimentario de la FDA (Food and Drug Administration), lo que quiere decir que La Ley del Guante no era algo nuevo, pero en el Estado de California no se había puesto en práctica.
Para el sector de la restauración de California esta ley resultaba ineficaz, confusa, molesta y cara, aunque los guantes pueden dar una imagen más higiénica, los cocineros explicaban que los guantes favorecerían la contaminación cruzada, las manos se lavarían con menos frecuencia y los guantes tampoco se cambiarían con la frecuencia necesaria. Otra cuestión a tener en cuenta, si los guantes se rompen o se utilizan de forma incorrecta podrían convertirse en una potencial fuente de contaminación.
Se reconoce que para mejorar la seguridad alimentaria es necesario realizar una revisión de las prácticas higiénicas en la cocina, como limpiar los utensilios y superficies que entran en contacto con los alimentos, las normas de higiene personal a seguir, etc. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tras los oportunos estudios consideraron que la vía de transmisión más frecuente y causante de los brotes de norovirus era la manipulación de los alimentos por parte de los empleados de los establecimientos. A continuación podéis ver un gráfico en el que se recomiendan las prácticas higiénicas que debe seguir el sector a nivel nacional.
Las quejas y peticiones del sector han logrado su objetivo y hoy sabemos a través de StarTribune, que finalmente ha sido derogada la ley que obliga a utilizar guantes desechables en la cocina. De momento se vuelve a la reglamentación anterior que aconseja minimizar el contacto directo con los alimentos utilizando las manos desnudas.