En el mes de mayo, el Estado de Missouri (Estados Unidos) aprobó un Proyecto de Ley en el que se determinaba que la carne de cultivo o vegetal no es carne, lo que repercutía en que las empresas que se dedican a la producción de la denominada ‘carne vegetal’ o de ‘laboratorio’, no podrían utilizar este término en los productos que desarrollan por no proceder de la ganadería tradicional. La nueva legislación establecía un procedimiento para enjuiciar a las empresas que usasen el término “carne” de un modo inadecuado.
Pues bien, hoy podemos saber que las empresas que producen carne de cultivo y carne vegetal han puesto en marcha una demanda para impugnar la ley que les prohíbe utilizar el término “carne” en sus productos. La demanda ha sido impulsada por el Good Food Institute, la organización Animal Legal Defense Fund, la ACLU (American Civil Liberties Union of Missouri) y la empresa Tofurky, dedicada a la elaboración de “carne” vegetal, y con ella buscan una medida cautelar preliminar que impida la ejecución de la nueva legislación hasta que sea resuelta, ya que se considera que se trata de una ley anticonstitucional, así lo declara Good Food Institute, organización que trabaja con investigadores, inversores y empresarios para el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente.
Los abogados de la empresa Tofurky consideran que quienes se dedican a la producción de carne vegetal, corren el riesgo de sufrir daños irreparables sin fundamento, ya que se infringe el derecho constitucional de los demandantes para participar en un discurso comercial veraz. Ante la ausencia de una orden judicial, los demandantes podrían tener que dejar de comercializar sus productos en el Estado o, en su defecto, cambiar la descriptiva del producto en el envasado. El principal argumento de la demanda es que no se engaña a los consumidores con la descriptiva, el embalaje o la publicidad de la carne vegetal, ya que se indica claramente su procedencia y a qué clientes se destina el producto.
Para la USCA (Asociación de Ganaderos de Estados Unidos), la legislación de Missouri se considera una primera victoria, recordemos que en el mes de febrero envió una petición al Departamento de Agricultura del país para que no permitiera que la carne producida en un laboratorio (ni los productos vegetales que imiten a la carne) pudieran denominarse ‘carne’, ya que según sus convicciones, sólo se podría utilizar la descriptiva ‘carne’ en los productos cárnicos derivados de la ganadería tradicional, donde los animales nacen, son criados y después son sacrificados para el consumo humano.
Posteriormente se han llevado a cabo intentos para regular la carne de cultivo, como la aprobación de un Proyecto de Ley de Gastos, en el que se pedía al USDA la regulación de la carne de cultivo. Recordemos que el USDA no es imparcial, defiende al sector de la ganadería tradicional. Para Good Food Institute la medida no tenía ningún sentido, sobre todo porque aparece en el Proyecto de Ley de Gastos, algo que se sale de contexto. Por ello, se empezó a trabajar para eliminar el artículo del Proyecto de ley que hacía referencia a esta petición. Es evidente que el sector ganadero tradicional no desistirá y seguirá intentando poner todas las trabas posibles a la industria de las denominadas ‘carnes alternativas’.
Los consumidores no están confundidos, de hecho, no hay ninguna evidencia que demuestre que existe confusión sobre los ingredientes con los que se elabora la carne vegetal, no se han recibido quejas sobre compras accidentales de una carne vegetal creyendo que era carne tradicional, por lo que no existe fundamento para este debate. Recordemos que algo similar ocurre con las bebidas vegetales, el sector lácteo estadounidense no quiere que las empresas que se dedican a la producción de bebidas vegetales denominen sus productos como “leche de” almendras, avellanas, guisantes, soja, etc., con el pretexto de que se confunde y engaña a los consumidores.
En el caso de las empresas productoras de carne vegetal, las etiquetas y material de comercialización que utilizan describen claramente que los productos tienen un origen vegetal y que no contienen carne animal, por lo que no se violan los requisitos establecidos por la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos de Estados Unidos. Lo cierto es que los ganaderos temen la competencia y utilizan el argumento de la protección del consumidor para defender su negocio, esa es la verdadera esencia del Proyecto de Ley de Missouri. Resulta que los textos de esta legislación han sido propuestos originariamente por la Asociación de Ganaderos de Missouri, y los legisladores que la presentaron tienen vínculos con la industria ganadera, lo que delata lo antes comentado, intentan proteger de la competencia la actividad de los ganaderos mediante una ley sin sentido y fundamento.
Como decíamos, la demanda se ha presentado un día antes de que entre en vigor la nueva legislación, no tardaremos en saber si se logra frenar mientras dure el procedimiento. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en el blog de Good Food Institute y en este otro publicado en el periódico digital National Post.