Cuando vemos un pastel con un glaseado liso, brillante… perfecto, una de las cosas en las que pensamos es en conseguir hacerlo igual de bien, pero no es fácil, siempre encontraremos algún desnivel, un lugar en el que la espátula se nos ha hundido más de lo necesario o un desperfecto en el último lugar por el que pasa esta herramienta. Pero ¿quién dice dónde está la perfección en la decoración de un pastel?, ¿no os parece perfecto para cualquier celebración el pastel que ilustra estas líneas?
A nosotros sí, nos encanta, y esperamos que a vosotros también os guste para poder decorar un pastel perfectamente imperfecto. A continuación podéis ver el vídeo que nos demuestra que cualquiera puede hacer un pastel bonito, además de delicioso.
Sólo es necesario hacer un buen bizcocho y un buen frosting, el bizcocho lo podemos cortar en varias capas, con lo que conseguiremos un clásico ‘layer cake’. Para empezar, en el pie de tarta se hace un remolino de frosting para fijar la base del pastel, a continuación se van poniendo las capas de bizcocho y su relleno.
Una vez montadas todas las capas de bizcocho, es momento de cubrir con la crema. ¿Cuál es el gran secreto para hacer una cobertura perfectamente imperfecta?, poner una ‘tonelada’ de frosting, y como veis en el vídeo, ir haciendo remolinos, giros de muñeca que le dan volumen.
Ya lo veis, es un pastel fácil de hacer y sin duda, atraerá a los más golosos y también a los que no lo son tanto. Con esta técnica nos ahorramos tener miramientos para no ensuciar el pie de tarta y tampoco tenemos que realizar el crumb coat.
¿Lo vais a poner en práctica?