Debate entre Ferrán Adrià y Juan Mari Arzak, esto sí es un debate, distintos puntos de vista u opiniones diferentes que se llevan a una conversación, se exponen las ideas individuales y se argumentan, aunque finalmente cada uno siga quedándose con su propia opinión.
Esta tertulia entre Ferrán Adrià y Juan Mari Arzak es una muestra más (aunque no hiciera falta) de lo que fue en Madrid Fusión el Debate Ciencia y Cocina, ¿existe la cocina molecular?, una charla entre expertos en cocina y ciencia con pensamientos e ideas afines. Por cierto, hoy publicaremos la segunda parte de ese post.
Pero volvamos a lo que acontece, al vídeo que ilustra este post y que extraemos de YouTube, donde lo titulan “Cada bicho es diferente”. Este vídeo es un extracto de los documentales realizados por Hasier Etxeberría “Cocineros con vida de película” que se estrenaron en Madrid Fusión 2009 y que próximamente se podrán ver en ETB.
El éxito de los vídeos parece ser sonado, nosotros finalmente no los pudimos ver en la Cumbre Mundial de la Gastronomía, coincidía con otros actos que no se podrán ver posteriormente en vídeo, así que esperaremos al próximo otoño o a que se anticipen de algún otro modo.
El debate de Ferrán Adrià y Juan Mari Arzak en el documental dedicado al segundo chef, gira en torno a lo que más conocen, las materias primas que entran en sus respectivos restaurantes. Imaginad, uno catalán y el otro vasco, precisamente existe esa ‘batalla’ entre la anchoa de L’Escala y la anchoa del Cantábrico. Hablan sobre el bocarte, pero también sobre las sardinas, sobre la gamba roja… y sobre cuándo están en su mejor para ser consumidas, ¿el mismo día o al día siguiente?
La verdad es que resultaría un debate muy interesante si hubieran buenos argumentos, quizá en esta conversación hubiera sido muy instructiva la participación de un científico especializado que mostrara los cambios que se producen en la carne del pescado o el marisco durante las primeras 24 horas desde su salida del mar, ya que de momento el debate entre Ferrán Adrià y Juan Mari Arzak concluye igual que empezó. Cada bicho es diferente.