De tu cocina al trabajo: Recomendaciones para que la comida fuera de casa sea segura

Nunca está de más recordar lo importantes que son las buenas prácticas en la cocina y en la manipulación de alimentos en general, y hay momentos a lo largo del año en los que puede ser especialmente interesante incidir en ello, lo fue al inicio de la época estival porque las altas temperaturas son muy amigas de la proliferación de bacterias, y lo es cuando finalizan las vacaciones de verano porque muchas personas vuelven al trabajo y a comer fuera de casa.

Hablando de recordar, tenemos que mencionar el ‘Decálogo para comer de táper sano y seguro’ que compartimos con vosotros hace unos años en este post. En este decálogo hablábamos sobre la planificación de menús, la elección de alimentos saludables, la preparación de platos o menús nutricionalmente completos, la manipulación de los alimentos, la limpieza, el cocinado, el transporte, la conservación… No dejéis de leerlo.

Pero antes vamos a dejaros aquí las recomendaciones para consumir la comida fuera de casa que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) proporciona, junto a otros materiales divulgativos dirigidos a los consumidores para prevenir las toxiinfecciones alimentarias, a través de su web, en este caso con el díptico ‘De tu cocina a la oficina’.

Son muchas las personas que comen fuera de casa por motivos laborales o de estudios, y la mayoría de ellas preparan sus comidas en casa con antelación para llevarlas en el táper, con ello, además de evitar un gasto superior comiendo en establecimientos de hostelería, se puede elegir qué comer, cuidar la alimentación diaria y disfrutar.

Pero igual de importante es que la comida que se cocina con antelación se mantenga en las condiciones adecuadas desde su preparación hasta su consumo. Sabemos que ésta se debe conservar varias horas en condiciones que, quizá, no sean las más propicias, especialmente porque hay altibajos en las temperaturas, pero hay otras tantas cosas a tener en cuenta, así que a continuación podéis leer las recomendaciones para que la comida fuera de casa sea segura.

Preparación en casa

Planifica tu comida: conseguirás un menú saludable y evitarás riesgos cocinando porciones de consumo individual. Lávate las manos con jabón y agua caliente, al menos durante 20 segundos, antes y después de manipular los alimentos. Manipula siempre carne, mariscos, pescados y huevos crudos separados entre sí y de otros alimentos. Las manos, las superficies y los utensilios de cocina utilizados se deben lavar a fondo después de manipular cualquier alimento crudo.

Preparando ensaladas

Lava las frutas y hortalizas crudas. Puedes utilizar agua con lejía apta para desinfección del agua de bebida (consultar la etiqueta), a razón de una cuchara de café bien colmada (1,2 a 2 ml) de lejía por litro de agua. Sumerge las frutas y hortalizas durante al menos 10 minutos y después realiza un enjuagado abundante con agua potable.

Cocinando en casa

Cocina adecuadamente los alimentos. Controla la temperatura en varios puntos del alimento para asegurar que el calor se ha distribuido de manera uniforme (debe cambiar de color en el centro del producto). Cocina la carne hasta que al pinchar un tenedor este salga limpio de jugos. Los pescados bien cocinados tienen una textura firme. Si vas a utilizar huevos, cocínalos hasta que la yema y la clara estén duras. Divide las comidas en porciones de consumo, se enfriarán más rápido y evitarás una mayor manipulación.

Almacenamiento

Una vez cocinados, introduce los alimentos en recipientes adecuados y no los dejes fuera del refrigerador durante más de dos horas, o más de una hora si la temperatura es mayor de 30ºC. Las bacterias que pueden causar enfermedades crecen rápidamente a temperatura ambiente. Guarda los alimentos cocinados en el frigorífico en recipientes cerrados, separados y lejos de los quesos y los alimentos crudos. Usa los alimentos refrigerados regularmente, no deben de permanecer más de tres días en la nevera. Si compras los alimentos ya cocinados respeta la fecha que se indica en la etiqueta. Utiliza recipientes o compartimentos diferentes para productos crudos (ensaladas, frutas…) y cocinados.

Recipientes seguros

Fíjate en el etiquetado del recipiente. Tiene que aparecer el símbolo de la copa y el tenedor o indicar “para contacto con alimentos”. También es importante que compruebes y sigas las instrucciones de uso que permitan su correcta utilización, por ejemplo, si aparece el símbolo de un microondas significa que es apto para este uso.

Transporte

Es recomendable utilizar bolsas isotermas para llevar los alimentos. Limpia regularmente estas bolsas, y siempre si se han producido derrames en su interior. Transporta los alimentos evitando cambios bruscos de temperatura, golpes y derrames. Tras el transporte, refrigera convenientemente tu comida hasta su consumo.

Fuera de casa

Las comidas, así como las sobras de comida, no deben consumirse frías. Asegúrate de calentarlas a más de 75º C. Cuando utilices un horno microondas, presta atención a las instrucciones del fabricante para asegurar una temperatura uniforme y suficiente en los alimentos. Cubre los alimentos, remuévelos y gíralos para calentarlos de manera uniforme. Deja hervir las salsas, sopas y jugos de carne cuando los recalientes. Si compras alimentos ya cocinados, sigue con atención las indicaciones de la etiqueta.

Foto 1 | Ella Olsson
Foto 2 | Marco Verch

Artículos relacionados