Las fiestas navideñas suelen proporcionarnos mesas llenas de comida deliciosa, pero después de las comidas y las cenas, a menudo también nos encontramos con muchas sobras. ¿Qué podemos hacer con ellas? Es nuestra responsabilidad (y añadiríamos obligación) poner en práctica el aprovechamiento de las sobras para evitar el desperdicio alimentario, así como el de los recursos invisibles que se han invertido en cada plato.
Pasar de tener las sobras de Navidad a platos deliciosos está en nuestras manos, y os vamos a dar algunos consejos prácticos para no tirar nada. Tenemos la oportunidad de ser más sostenibles y creativos en la cocina, para ello sólo tenemos que echar mano a nuestro ingenio y proponernos que el espíritu de estas fiestas se mantenga hasta la última migaja. No será la primera vez que os encontréis que habéis creado una receta de aprovechamiento que os ha gustado incluso más que el plato inicial.
Pues vamos con estos nueve consejos para conservar y reutilizar las sobras de las comidas navideñas de forma óptima y segura. Y como tenemos la certeza de que muchos de vosotros también tenéis algunos tips e ideas que para aprovechar los restos de alimentos, esperamos que los compartáis, os leemos en los comentarios.
Cómo aprovechar las sobras de Navidad y evitar el desperdicio de comida
1. Preparar las sobras para su conservación
El éxito para conservar las sobras está en la velocidad y el orden. En cuanto se termina de comer, se deben enfriar rápidamente los alimentos, no se deben dejar a temperatura ambiente más de dos horas para evitar la proliferación de bacterias.
Es una buena idea dividir en porciones pequeñas todas las sobras, una bandeja entera tardará más en enfriarse, mientras que porciones individuales enfrían más rápido y también son más prácticas para recalentar, o si se deben congelar y descongelar. Nunca hay que meter la olla con los restos en la nevera, esto ralentiza el enfriamiento del interior y aumenta el riesgo de contaminación.
2. Optimizar el uso de la nevera y el congelador
La nevera y el congelador son nuestros aliados para prolongar la vida útil de las sobras. Debemos colocar las sobras en la parte superior de la nevera para evitar la contaminación cruzada por goteo de líquidos de alimentos crudos.
Se deben consumir en un máximo de 3-4 días, si no se van a comer en ese tiempo, será necesario congelarlas cuanto antes para poder conservarlas varias semanas.
3. Dar una nueva vida a las sobras
La creatividad en la cocina puede ser un don, pero también se puede trabajar. Con un poco de imaginación, las sobras pueden convertirse en nuevos platos deliciosos, por ejemplo:
Todo es tortilleable o croqueteable: Los restos de carne, pescado y verduras pueden ser la base de una tortilla, de una croqueta, de una empanadilla… y claro, también de deliciosos canelones.
La cocina internacional está llena de ideas: Con unas sobras de pavo asado se puede cocinar un curry o unas fajitas, con los restos de cordero se pueden hacer kebabs, con las gambas sobrantes se puede enriquecer un arroz frito estilo asiático…
Caldos, sopas y purés: Las verduras que hayan sobrado son perfectas para convertirlas en una crema o puré suave y delicioso para cualquier cena. Incluso podemos ser aún más sostenibles guardando los huesos del asado y utilizarlos para hacer un caldo.
4. Congelar lo que no se vaya a consumir pronto
Si después de las comilonas no apetece repetir platos ni aprovechar los restos creando nuevos platos contundentes, o si simplemente se tienen demasiadas sobras, lo mejor es congelar.
Y como comentábamos, lo idóneo es congelar la comida cuanto antes y hacerlo en porciones pequeñas, de modo que se congelará más rápido y también se facilitará el descongelado. Conviene usar recipientes herméticos y etiquetar todo con la fecha y el contenido. Esto te ahorrará el misterio de adivinar qué hay en esos paquetes ‘sorpresa’.
5. Compartir o donar alimentos
Otra buena idea para aprovechar la comida que ha sobrado, sobre todo si se calcula que no se va a consumir todo, es compartir o donar, pensar en otros que lo puedan disfrutar.
Además de poder repartir las sobras con los invitados de esa comida, se pueden compartir con otros familiares, amigos y vecinos, una bandeja o un táper de comida puede alegrar el día a alguien.
6. Hacer un menú semanal con las sobras
Planifica cómo usar las sobras en los días posteriores con estos ejemplos:
🥄Coles de Bruselas crujientes con parmesano
🥄Crema de calabaza asada con miso y pistachos
🥄Boniatos rellenos de espinacas y piñones
🥄Pastel de patata y trompetas de la muerte con pato asado
🥄Rigatoni rellenos de carne con bechamel de roquefort
🥄Puré de patatas, espinacas y solomillo
7. Recalentar con cuidado
Recalentar los alimentos puede ser un riesgo si no se hace bien, pero es muy sencillo, sólo hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones:
Las sobras de deben calentar a 75°C o más para eliminar microorganismos. Si se recalienta en el microondas, hay que remover a mitad del tiempo para que el calor se distribuya uniformemente.
Debemos evitar recalentar varias veces una misma comida, lo ideal es hacerlo una sola vez, ya que cada ciclo aumenta el riesgo de contaminación.
Hay ciertas comidas que recalientan mejor en el horno, en la freidora de aire o en una sartén con el objetivo de conservar la mejor textura y sabor.
8. Preparar kits para comidas rápidas
Para tener un buen recurso en esos día ajetreados en los que no tenemos tiempo para cocinar, podemos dividir las sobras en kits listos para calentar y comer. Se pueden tener preparados en el frigorífico o en el congelador.
9. Planificar los menús y calcular cantidades
Hay que evitar el desperdicio desde la compra planificando bien lo que se va a necesitar. Ayuda hacer una lista detallada de los ingredientes y cantidades antes de ir al mercado y no caer en compras impulsivas. Evitar comprar en exceso, incluso si las ofertas parecen tentadoras, ese «por si acaso» puede convertirse en desperdicio.
Calcular la cantidad de comida por persona también ayuda, por ejemplo, unos 150 gramos de carne o pescado por comensal suelen ser suficientes si hay entrantes y acompañamientos. Además, podemos cocinar de forma coherente, priorizando recetas que se adapten al número de invitados y que sean fáciles de aprovechar en caso de que sobre comida. Calculadoras de raciones: Hay herramientas online que te ayudan a estimar la cantidad necesaria según el número de comensales.
Con estos sencillos consejos, evitaremos el desperdicio de comida y aprovecharemos al máximo nuestros menús navideños, ahorraremos dinero y fomentaremos un consumo más responsable y sostenible. Además, nos servirán de guía para futuras celebraciones, recordándonos la importancia de planificar con antelación los platos que prepararemos y ajustar las cantidades a las necesidades reales de los comensales.
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