Un dariole es un molde que también puede conocerse como molde baba o molde matfer, pues una de sus utilidades en la cocina es la de hacer de recipiente para el bizcocho emborrachado generalmente con ron, conocido como baba. Como podéis ver en la imagen superior, el dariole es muy similar al molde liso de los flanes, aunque un poco más alto y casi recto.
El término dariole procede del francés antiguo, haciendo referencia a un pastel pequeño relleno. Hoy en día no sólo se utiliza para elaboraciones dulces, el dariole es muy práctico también para hacer púdines y flanes salados, así como muselinas, gelatinas… siendo especialmente escogido para preparar raciones individuales y en muchos casos, para ser servidas en el propio molde.
Elaborar un bizcocho, una mousse de pescado, un flan o sencillamente dar forma con este molde a un puré de patatas, al arroz pilaf o a una ensaladilla rusa para después emplatar, muchas veces determina el nombre final del plato, es decir, la elaboración luce un nombre compuesto por el recipiente en el que se ha elaborado y los ingredientes o receta que se haya realizado, por ejemplo, podemos encontrar que nos ofrecen un dariole de chocolate o un dariole cremoso de pescado.
Una de las características de los darioles es su material, suelen estar fabricados en aluminio anodizado (también hay de acero inoxidable, silicona…), un material de fácil limpieza y un buen conductor del calor, rápido y homogéneo. Hay distintos tamaños, pero suelen ser pequeños, de unos 5 o 6 centímetros de altura o capacidades de entre 80 y 140 mililitros.
Podemos comprar darioles en tiendas de menaje de cocina, tanto sueltos como en packs de seis o más unidades, incluso hay soportes para que resulte más práctico trabajar con varios moldes a la vez, facilitando su transporte de la mesa de trabajo al horno, al frigorífico, etc.