El próximo 31 de diciembre se inaugura oficialmente Dans le noir Barcelona, un restaurante para disfrutar de las comidas en completa oscuridad, no se trata de una idea nueva, recordemos por ejemplo La Cena de los Sentidos, un evento que pretendía emocionar a los comensales a través del tacto, el olfato, el oído y el paladar, evitando el sentido de la vista. Sin embargo, en este caso se trataba de una iniciativa itinerante que la empresa ‘Casitodoslossentidos’ organizaba en diferentes ciudades españolas.
Dans le noir promete que los comensales podrán disfrutar de una comida sabrosa y saludable acompañada con vinos de gran calidad, en este restaurante será imposible comer con los ojos, serán el resto de sentidos los que nos ayuden a disfrutar. Desde hace algunos años Dans le noir ofrece su concepto de comer a oscuras en distintas ciudades del mundo, primero en París en el año 2004 y posteriormente en Londres, Nueva York… ahora es Barcelona la ciudad que acoge el nuevo modelo de restauración de forma permanente.
El restaurante posee un comedor para recibir a 60 comensales, éstos son atendidos por un equipo de profesionales entre los que se encuentran personas invidentes, responsables de atender y acomodar a los comensales en sus mesas, pero antes de llegar a este punto se podrá disfrutar de un cóctel mientras se toma nota del menú, teniendo en cuenta siempre las restricciones dietéticas que pudiera tener cada comensal (celiaquía, diabetes, alergias alimentarias, etc). Tras la explicación pertinente sobre el concepto “a oscuras”, bastará dejarse guiar hasta la mesa, por supuesto, está prohibido el movimiento en el comedor, para ir al baño será necesario solicitar la guía del personal.
El restaurante es ideal para disfrutar de las catas a ciegas, quesos o vinos serán descubiertos por nuestros sentidos, salvo el de la vista, y un sumiller especializado nos ayudará a afinar nuestro gusto y percibir los diferentes matices contenidos en el vino. Dans le noir ofrecerá dos menús formados por un primero, un segundo y un postre al precio de 34 y 39, euros bebidas aparte. Ofrecen descuentos especiales para estudiantes de 5 y 3 euros dependiendo del menú sorpresa que se haya seleccionado.
Nos ha sorprendido saber que el chef responsable de la cocina del restaurante es Olivier Romain, un cocinero que ha dirigido distintos restaurantes en todo el mundo y que ha cocinado para grandes personalidades, famosos actores, políticos y jefes de Estado, etc., a través de la página oficial de Dans le noir podréis acceder a un álbum fotográfico que da testimonio de lo mencionado.
Además del restaurante, también se puede disfrutar del Bar Dans le noir o del Lounge dans le noir, en ambos casos son conceptos iluminados para disfrutar de una amplia variedad de cócteles de forma relajada tras una comida o velada especial. Dans le Noir espera recibir unos 25.000 comensales por año, claro que dependerá de muchos aspectos, servicio, calidad del menú, etc. El restaurante abrirá de lunes a sábado por la noche a excepción del fin de semana, que abrirá también sus puertas el mediodía del sábado y del domingo. La oferta se amplía además con la posibilidad de organizar comidas para grupos, reservar el restaurante para diversos eventos, sean cócteles, seminarios, bodas, etc.
Si te apetece disfrutar del concepto que propone Dans le noir Barcelona, conocer más detalles o realizar una reserva, bastará acceder a la web del restaurante o llamar al teléfono 932687017, se recomienda realizar la reserva con antelación para garantizar una mesa, especialmente en estos días en los que inicia su andadura.
18 comentarios
Como experiencia es impactante, aunque en global fue una tremenda decepción. La comida es muy simple, el vino escaso y muy sencillo (demasiado incluso). El precio, por tanto, es muy elevado dada la poca calidad y elaboración de los platos.
Sin embargo, lo peor fue el trato de los responsables del local. Soberbios y despectivos con los clientes. No atendieron en absoluto las quejas de los grupos que allí nos encontramos, que fueron varios, y mostraron una actitud muy poco profesional. No disponen de hoja de reclamaciones.
(se que es largo de leer pero te evitará un disgusto).
Lo peor de todo es el trato, es impresentable, no admiten quejas ni reclamaciones (aunque disponen de hoja pero no te darán acceso a ella sin un «mosso d’escuadra» delante). Además no tienes la opción de irte sin pagar porque retienen tu tarjeta de crédito al entrar (cosa que ahora entiendo).
La comida no vale el precio que pagas y encima juegan con el factor sorpresa, tanto la elaboración como la cantidad y la calidad son escasos. Además cuando sales del salón donde comes a oscuras tienen la cara dura de tratar de convencerte de lo que has comido mediante fotografías de los platos(que simplemente tocando sabes que no son así).
En cuanto a la experiencia de comer a oscuras y de ser ciego durante un rato no está mal, pero la experiencia y sensación de que te traten como si fueras estúpido no compensa, es mejor que apagues las luces en tu propia casa.
Tras mi desastrosa experiencia, en este ridículo restaurante de Barcelona me he puesto a buscar en la red y me he encontrado críticas devastadoras también sobre el de Londres (ambos pertenecen a la misma cadena). Para ver otra opinión, esta publicada en «el mundo» basta con entrar en Google «Dans le Noir hacer el ridículo»
We ordered the surprise menu, the surprise being that it’s almost inedible. At £39 for three courses, it’s also no bargain, and larceny for dishes this grim. The starter: some sludgy gnocchi swamped by a blue cheese and whisky dressing with, on the side, a scoop of nasty floral lavender ice cream, which tasted like the inside of an old lady’s sock drawer. The dish was slimy, bitter and cloying, adjectives generally applied to failed politicians. The main course was no better. Curiously, to concentrate on flavours, I found myself sitting in the dark with my eyes closed. I identified a white fish, perhaps bream, which had been overcooked to a fibrousness. Afterwards I was told it was monkfish. I spotted the stuffing of pineapple and wished I hadn’t. Another plate of disastrous food.
…y demasiadas veces le llamamos «experimentar» a lo que en realidad es estar haciendo el imbécil. Dans Le Noir? es un restaurante de cocina mala. Mala con ganas. Mala calidad y mal cocinada. Hacen bien en servirte su comida a oscuras, porque pocos se quedarían hasta el final si se viera. Al final de la grotesca tomadura de pelo te enseñan lo que has comido y parecen esas fotografías de Paellador.
Tomado del artículo del periodista y escritor Salvador Sostres en «El Mundo»
Experiencia PATETICA. MAL TRATO DEL PERSONAL ARROGANTE Y DESHONESTO. INCLUSO CON UN DEJE DE PERVERSIDAD: UTILIZAN LA EXPERIENCIA DE LA OSCURIDAD y DE LA INVIDENCIA PARA HACER UN NEGOCIO FRAUDULENTO. CUANDO TE MUESTRAN LAS FOTOGRAFIAS DE LO QUE HAS COMIDO…MIENTEN. NO TIENES VISTA; PERO SI TACTO; GUSTO; OLFATO Y MEDIDA DE LA PROPORCIÖN.
CUANDO RECLAMAMOS,NOS NEGARON LA HOJA DE RECLAMACIONES: TUVIMOS QUE LLAMAR A LOS MOSSOS D´ESCUDRA PARA QUE NOS LA DIERAN. A LA SALIDA ENTENDIMOS ENTONCES PORQUE A LA ENTRADA EXIGIAN A LOS CLIENTES DEJAR LA TARGETA DE CREDITO. LA GENTE SALIA REBOTADA Y QUEJOSA DE PAGAR POR LA TOMADURA DE PELO: CREEDME. NO MERECE LA PENA IR.
Y COMO DECIA UNA PERSONA QUE CONOCIMOS ALLÏ …SE LO RECOMENDARE A MIS ENEMIGOS:
Fuimos a cenar 2 parejas el 30-01-10. La experiencia humana no la voy a juzgar por ser una sensación personal e intransferible. Pero el resto un ROBO con alevosía, premeditación y nocturnidad.La relación calidad-precio fatal, los vinos in-bebibles y sin la temperatura adecuada, el trato del personal vidente humillante.Te colocan en mesas corridas sin ningún tipo de privacidad.El menú sorpresa es una tomadura de pelo 50€ por persona. Dos copas de vino malisismos 15€.LA PEOR EXPERIENCIA GASTRONÓMICA DE MI VIDA.
Joan 08-02-2010
Era una sorpresa para mis cumplea?os y tenia miedo al saber lo que me esperaria a oscuras. La verdad es que Cristof y Maite me recibieron muy bien, fue muy atenta Maite y os re?mos mucho juntos cuanto sal? del comedor con mis amigos. Todo fue un encanto y una experiencia muy fuerte.
10/10 Comida rica, servicio profesional, y un saludo personal a cristof el jefe. Muy buena idea, concepto humano y sensorial. Cierto que es mas que un restaurante es …… Muchas gracias por la cena
Hay que ser un poco simple para pensar que la mutilación momentánea de un sentido te va a reportar una mayor agudeza de los sentidos restantes. Es como pensar que hacer el amor con tu pareja a oscuras y llevando una escafandra de neopreno (con las correspondientes aberturas) te va a permitir concentrarte mejor en tus órganos sexuales y disfrutar más con la cópula, al eliminar la distracción de las caricias y de la visión del cuerpo de tu amante. Una verdadera gilipollez.
La comida es mediocre y cara, el vino de pena, y el ambiente ridículo y lleno de ruido porque todos los comensales gritan a sus acompañantes al no saber si están cerca o lejos, o si les prestan la debida atención. Los encargados son unos maleducados prepotentes, tan resabiados con las quejas de los decepcionados comensales, que les hacen dejar la tarjeta de crédito por adelantado y no les dan las hojas de reclamación.
Una experiencia desagradable de verdad.
Una noche inolvidable la verdad. Empezando por el local, que es precioso(la zona que hay luz claro, jeje), seguido por todo el equipo que nos ofrecieron un trato muy agradable, calido y con un toque de misterio…. Nuestro guia Jose, fantastico, nos atendio super bien y fue muy divertido, ademas de ayudarnos en la oscuridad, un punto clave en esta experiencia. Un abrazo bien grande Jose!! La comida, los vinos, los postres,…. todo un 10. Asi que recomiendo energicamente esta experiencia. Gracias Dans le noir!!
La comida es mala, semifría y carísima. 450 euros cinco personas y nada tomamos fuera de lo normal. Hacía frío y el sitio muy ruidoso. No ponen ni mantel. En la oscuridad un camarero encontró una botella que estaba caída en el suelo y supo que era nuestra! Y lo mejor de todo, estaba medio llena! Llevan gafas para ver? Allí nos lo vendieron como una formade dar trabajo a ciegos. un poco de respeto por los ciegos. Y si llevan gafas para ver en la oscuridad, entonces no son ciegos.
La verdad es que nunca en la vida vi nada igual, al entrar no habia más que buenos tratos y «peloterismos desmesurados». Cuando entramos al comedor, nos atendió Hector un chico muy majo que no hizo más que cuidarnos. La comida fue espantosamente mala, incomestible, algo fuera de lo normal para lo que estabamos pagando…el vino carisimo (6 euros copa) y tampoco era para tanto. Cuando la «adorable» que nos habia atendido al empezar se interesó por nuestra opinión de la experiencia, le comentamos nuestra insatisfacción general por la calidad dada. Fue entonces cuando empezaron las malas caras y malos tratos. Hasta llegaron a decirnos que nos fueramos y no volvieramos si no nos habia gustado, pero que dejaramos de tonterias con hojas de reclamaciones. Al conseguir las hojas nos dimos cuenta que eramos uno entre las cientas de reclamaciones que llenaban un sobre que ya no cerraba…Realmente es ppara que les cierren el establecimiento y a los dos dueños que les cierren la posibilidad de montar ningún negocio en nuestra ciudad!!!francamente insultante
Ha sido una experiéncia novedosa y muy agradable, Héctor ha estado muy atento en todo momento y nos hemos sentido muy cómodos. Esperamos voler pronto! Un fuerte abrazo a todo el equipo!!
Me dejaron sin cenar.
Llame al restaurante para reservar para el sábado pasado por mi aniversario con mi novio. El viernes me llaman para «recordarme» q tengo reserva a fecha de viernes. Les digo que era para el sábado, que era un error y ya lo tenían lleno. Me quede sin ir y alucinada.
Reserve otra vez a través de atrapalo para el miércoles a las 20,30 y cuando llego me dicen que hasta las 22h no hay cena, que no hay ni un solo camarero porque tenían poca gente para las 20,30 y no les salia a cuenta. Yo ya tenia hecha una reserva a las 23.30 en un balneario y por ese motivo, me era imposible cenar tan tarde.
Bueno, pues no me dieron ninguna solución, le explique mi caso y le enseñe la confirmación de la reserva, donde ponía que la cena era a las 20.30, pero nada, ni siquiera una disculpa.Si que tuve que buscarme un restaurante cualquiera para salir del paso.
Ellos dicen que la culpa es de atrapalo porque no les notifico la reserva,yo solo se que me han (editado) 2 veces hablando mal y encima en mi aniversario.
Mala previsión, mal hacer, no saber estar.
Da impotencia pero al ver las opiniones casi me alegro de no haber ido.
Es una verdadera tomadura de pelo, uns estafa, no tiene nombre.Deberían cerrarlo.
Difiero completamente en el enfoque humano que constantemente dicen tener, palabras literales: «el camarero invidente se siente mejor al día siguiente porque me ha ayudado a cenar bien» no me parece un enfoque humano sinó des del concepto de lástima.Losn cocteles que te ofrecen(sin carta de precios, por supuesto) se cobran a parte, cosa que se le olvida mencionar, a nosotras nos los ofrecieron entre 5 y 10 min.antes de antrar por lo que l abebida se quedó al completo allí.El comedor, por llamarlo de alguna manera son uan serie de mesas puestas unas al lado de las otras, sin intimidad en absoluto, mesas sin mantel, sillas d eplastico incomodísimas..vaya un desastre. Me lo imaginaga en una linia más sensitiva, en un ámbiente relajado y agradable.cosa que no sucede en absoluto ya que en el ambiente de la cena lo que se respira es la prisa y el estrés, porque hay un segundo turno para cenar y necesitan que los del primer turno acaben rápido. Los platos para poderlos degustar tal y como vosotros lo vendéis se hace des del relax, y la calma.
Cuando al entrar el camarero hablaba de un trato «cercano», no me imaginaba que se refería a que constantemente se referiría a los comensales como «chatas»,y otros nombres de uso más propios entre personas conocidas que entre camarero-comensal.
Respecto a la comida, cuando te hacen referencia a un menu «delicatessen» no te esperas que te sirvan «fritanga» medio fria y alimentos de calidad dudosa. Un menú que tiene el precio de 60 euros la calidad de los alimentos debe ser muy muy alta, y no tanto frito con especia como había. Con lo cual considero que relación calidad-precio es totalmente desfasado.
Lo único que se sacas de allí son las ganas de no volver a ese lugar y las ganas de que esta información llegue al mayor número de gente posible.
Todo prometía mucho, el camarero invidente, encantador, las expectativas altas… y entonces, al adentrarnos en la más absoluta oscuridad, donde, según la amable mujer francesa que te introducía en la experiencia, íbamos a potenciar los sentidos del olfato y el gusto… ¡sorpresa! en la mesa contigua, un grupo de 10 personas, celebrando una despedida de soltero como mínimo, un jaleo de taberna, ensordecedor, durante toda la cena y a pesar de increparles una y otra vez. Nosotros pensábamos, bueno, yo conozco una taberna en Poble Sec que está muy bien, habrá que recomendársela.
Lo peor de todo, es, una vez finalizada la crispante cena, a pregunta de un simpático chico francés, encargado del local, de cómo había ido la experiencia, y a mi respuesta, «ensordecedora», le dije, lo peor, digo, es su reacción, airada y recriminatoria, casi casi echándonos la culpa de que la cena hubiera sido un auténtico desastre. Que lo fue, vaya si lo fue.
Conclusión: no vayan, señores.
Gracias por vuestros comentarios, acabamos de cancelar nuestra reserva con la tranquilidad de que hemos acertado.
Gracias por publicar los comentarios tenía muchas ganas de ir por una experiencia nueva pero leído lo leído ganan los comentarios malos a los buenos.