Danone ha tomado la decisión de abandonar el etiquetado NutriScore en varios de sus productos de forma progresiva, algo que ha suscitado la preocupación de algunas organizaciones que defienden los derechos de los consumidores como, por ejemplo, Foodwatch, ya que esta acción podría influir en otras compañías del sector alimentario, que también podrían retirar el etiquetado de sus productos.
Desde Foodwatch se exige a Danone y a otras compañías que ya retiraron el etiquetado NutriScore de sus productos, como es el caso de Unilever, Mondelez, Lactalis, Ferrero y Bjorg, que lo mantengan en sus productos porque es un compromiso con la salud de los ciudadanos europeos. La organización de consumidores asegura que será persistente y trabajará para que este etiquetado semáforo sea obligatorio en toda la Unión Europea.
Parece ser que circulaban rumores desde hacía tiempo sobre este movimiento de Danone, algo que se confirmó hace un par de días al anunciarse que la compañía retiraba el etiquetado de sus bebidas vegetales y yogures azucarados para beber. La razón ha sido la actualización del algoritmo que afecta a la valoración de los productos alimenticios de la compañía, de hecho, antes de la actualización algunos de los productos obtenían una calificación verde, pero ahora obtienen una calificación naranja e incluso roja, algo que no es del agrado de Danone.
Hasta la fecha, Danone no había proporcionado una lista detallada de los productos afectados, así que la organización de consumidores preguntó sobre ello pero Danone se negó a contestar. Sin embargo, parece ser que un portavoz de la compañía nombró a Actimel, Danonino, YoPro, Danone y Activia como algunos de los productos que no integrarán el etiquetado Nutriscore. El argumento de la retirada del etiquetado es que de este modo ayudan a los consumidores a hacer elecciones más saludables, argumento nada creíble que ha indignado a Foodwatch.
Para la organización de consumidores es obvio que la decisión de Danone no se basa en criterios de salud ni en evidencias científicas, sino en la pura conveniencia empresarial. Resulta curioso, en 2018 Danone anunció que introducía el etiquetado voluntariamente, después, en el año 2020 junto a McCain Foods, Nestlé solicitó que el etiquetado NutriScore fuera obligatorio en la UE, como ahora la actualización del algoritmo de NutriScore no favorece a la compañía, no duda en retirarlo.
Foodwatch explica que con el cambio de algoritmo se aplica una nueva evaluación más estricta, precisa y acorde con las recomendaciones de salud pública, afectando, por ejemplo, a los yogures azucarados para beber, que ahora son clasificados como bebidas en lugar de como alimentos. Al ser bebidas que suelen ser consumidas por niños y adolescentes, la nueva calificación refleja su verdadero impacto en la dieta.
Para la organización de consumidores la decisión de Danone pone de manifiesto la existencia de un problema más amplio, la falta de una regulación que haga obligatorio el uso del NutriScore en toda la Unión Europea. Mientras no exista esa obligatoriedad, las empresas alimentarias tendrán la opción de retirar el etiquetado cuando no juegue a favor de sus intereses. Recordemos que la Comisión Europea no se comprometió con la introducción de la etiqueta NutriScore y aclaró que propondría una etiqueta nutricional obligatoria en el frontal del envase, pero sin recomendar un sistema específico, algo que, de momento, parece paralizado.
Retirar NutriScore no ha sido la mejor opción, hubiera sido más coherente y mejor recibida la reformulación de los productos para que fueran más saludables y obtuvieran una mejor calificación. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de la página oficial de Foodwatch.