El Dacquoise es un pastel o tarta de origen francés (parece ser que del sudoeste francés) que se elabora con dos o tres capas de merengue y frutos secos horneado. Hay muchas variantes, pero la receta más habitual es el merengue con harina de avellana y almendra. Como veis, un postre que además de rico, será una buena elección para aprovechar las claras de huevo.
Como otras elaboraciones similares al Dacquoise, véase la Sultana, la Pavlova o los Macarons, el Dacquoise ofrece ligereza al pastel con una superficie crujiente y un interior esponjoso y húmedo (aunque depende del grosor que se le dé y de cuánto se seque el merengue al hornear), pero además, con un exquisito sabor a los frutos secos incluidos.
La capas del Dacquoise hace las veces de bizcocho, por lo que hace falta un relleno y una terminación para hacer el pastel. Los rellenos tradicionales del Dacquoise son la nata y la crema de mantequilla, pero hay tantas opciones como paladares, nosotros solemos elaborar un ganaché o trufa.
El Dacquoise a menudo se denomina también merengue japonés, pero éste suele elaborarse sólo con la harina de un fruto seco, generalmente con almendra. Desconocemos si en los orígenes de esta receta ya se utilizaban los dos frutos secos que mencionábamos anteriormente, avellanas y almendras, pero realmente es una combinación deliciosa.
Pero además de estos frutos secos, podemos hacer Dacquoise de muchos sabores, de pistachos, de nueces, de piñones, de coco… Seguro que tenéis alguna propuesta para endulzar el paladar este fin de semana. Nosotros en breve os mostraremos una receta para este pastel.
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