Un estudio desarrollado por Foodwatch, asociación alemana sin ánimo de lucro que defiende y vela por los intereses y derechos de los consumidores, pone de manifiesto que se están utilizando declaraciones saludables en bebidas y alimentos que son poco saludables por su alto contenido en grasas, azúcares o sal. Este mal uso de las declaraciones reduce significativamente las diferencias nutricionales entre una barrita de chocolate y una manzana, algo inconcebible para la organización, por lo que denuncia este tipo de prácticas exigiendo a la Unión Europea que tome cartas en el asunto.
¿Por qué hay que tener cuidado con las declaraciones saludables de los alimentos poco saludables? La razón que argumenta Foodwatch es que en Europa es legal que a determinados productos se añadan vitaminas y otros nutrientes para poder utilizar los mensajes saludables, algo que se considera un fraude porque obvia el contenido en elementos que son perjudiciales para la salud. La organización de consumidores llevó a cabo un análisis de 644 productos pertenecientes a tres de los principales supermercados que operan en Alemania (214) y en los Países Bajos (430).
En el etiquetado frontal de estos productos aparecían vitaminas y otros elementos que habían sido añadidos y Foodwatch analizó el perfil nutricional tomando como referencia la información que proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muy pocos productos basaron sus afirmaciones en nutrientes que están presentes de forma natural en los alimentos analizados, y la organización explica que es evidente que se ha intentado disfrazar la realidad, se han añadidos vitaminas y otros nutrientes a alimentos poco saludables para poder comercializarlos como saludables, delatando que son más importantes los intereses comerciales que la salud pública.
Foodwatch ha criticado a la Comisión Europea por permitir esta práctica que se salta a la torera la regulación sobre los mensajes que aluden a las propiedades saludables que tienen los alimentos que se comercializan. Que se le añadan vitaminas artificiales a un producto con alto contenido en azúcar, grasas o sal, no anula los efectos perjudiciales que éstos tienen para la salud. En Europa es legal utilizar mensajes como “contiene 9 vitaminas esenciales”, lo que sirve a la industria para comercializar los productos como si tuvieran un alto carácter nutricional, son declaraciones sujetas a las estrategias de marketing que hacen creer a los consumidores que van a recibir beneficios para la salud por consumir estos productos, pero ¿y su contenido en azúcares, grasas y sal?
Lamentablemente la UE no ha establecido los requerimientos nutricionales de los alimentos para que estos puedan portar alegaciones de salud y nutrición, y parece que este vacío legal ha sido aprovechado por la industria alimentaria sacándole un gran partido, se ha volcado en añadir vitaminas y otros nutrientes a cientos de alimentos que se deben tomar con moderación. El 80% de todos los alimentos y bebidas que se han analizado en realidad no eran saludables, sin embargo, portan mensajes que ensalzan el carácter nutricional del producto por esos añadidos comentados.
La adición de algunas vitaminas o minerales es todo lo que necesitan para dar a alimentos dulces o bebidas azucaradas una imagen saludable. Entre algunas de las marcas analizadas se destacan los cereales Kellogg’s, los yogures Danone, o las bebidas energéticas Monster y CapriSun. De los 644 productos analizados con declaraciones relativas al contenido de vitaminas, se encontró que el 80% (515 productos) en realidad no eran saludables y la razón era su alto contenido en azúcar, grasas o sal, son productos que favorecen una mala alimentación y el desarrollo de enfermedades crónicas si se abusa de ellos.
Fortificar alimentos poco saludables con vitaminas y minerales no beneficia a la salud pública, lo correcto sería realizar una reformulación y reducir significativamente el contenido de azúcares, grasas y sal para que el perfil nutricional fuera el correcto. En países como Alemania los consumidores buscan esos productos que están fortificados con vitaminas y otros elementos positivos para la salud, sobre todo si tienen déficit de algún nutriente, parece que sólo ven esos mensajes de fortificación y obvian otros contenidos que no favorecen al organismo.
Según las tablas de los productos analizados, se puede comprobar que aparece chocolate, productos de confitería, barras energéticas, bollería y postres con suplementos de vitamina C, E, B6, B12, minerales, etc., añadidos que antaño no se realizaban y que burlan las declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos de la Unión Europea. Foodwatch pide la colaboración ciudadana para sumarse a una acción en la que se pide que se acabe con estas prácticas fraudulentas que confunden a los consumidores. Se solicita la firma de una petición que se enviará al Parlamento Europeo en la que se habla de la investigación realizada por la asociación de consumidores alemana, exigiendo poner fin a esos mensajes que parecen transformar los alimentos poco saludables en saludables. Se exige que se tomen medidas para garantizar que los productos comercializados con declaraciones de propiedades saludables, cumplan con las estrictas normas nutricionales.
A través de este enlace (Pdf) podréis conocer los resultados del análisis realizado con los 644 productos, el añadido en vitaminas y minerales, si cumplen los criterios nutricionales según la OMS, etc. Posiblemente esto también ocurra en otros países, para más información, os recomendamos acceder a este artículo publicado en la página de Foodwatch.