La vainilla, vaina procedente principalmente de la orquídea Vanilla planifolia, se consume como especia principalmente en elaboraciones dulces. A menudo simplemente su utiliza la vaina para infusionar un líquido, como la leche con la que se van a elaborar unas vainillas, la nata para hacer un helado… otras veces se retira el caviar de vainilla y quedan las vainas impecables, cargadas de aroma y sabor. En cualquier caso, a las vainas de vanilla usadas se les puede sacar más rendimiento.
De momento os vamos a mostrar, o a recordar, cuatro formas de aprovechar la vainilla usada, con lo que una vaina de vainilla de calidad, aunque sea algo cara se puede rentabilizar bien, de hecho, a mayor calidad de la especia mejores resultados dará en todas las elaboraciones culinarias o reposteras en las que se utilice.
A las formas de reutilizar la vainilla que os contamos a continuación hay que sumar que se puede utilizar una misma vaina para infusionar dos o tres veces leche, si lo que más a menudo se hace con esta especia, también queremos añadir que hablamos de vainas y con ello nos referimos a la vaina completa o a medias vainas, pues a veces no se utilizan enteras.
Azúcar vainillado
El principal uso de las vainas de vainilla usadas es el de aromatizar azúcar, pues este es un ingrediente muy utilizado también en repostería. Ya os explicamos cómo hacerlo, es muy sencillo, simplemente hay que introducir las vainas en un recipiente cerrado con el azúcar, puede ser azúcar glas o en granillo.
Extracto de vainilla
De forma similar se elabora el extracto de vainilla casero, aunque necesita un periodo de tiempo más largo para que la especia quede impregnada en el líquido. También tenéis la receta para hacerlo aquí, y así podréis dejar de utilizar las esencias artificiales.
Almíbar de vainilla
El almíbar es una elaboración que se obtiene con azúcar y agua principalmente, aunque se puede aromatizar con multitud de ingredientes, entre ellos la vainilla. Para hacer el almíbar hay que proceder de forma similar a cuando se aromatiza leche o nata. La vaina se pone en el líquido y después de hervir se deja infusionar.
Vainilla en polvo
Con la vainilla en polvo tenemos un ingrediente que podremos utilizar para algunas de las elaboraciones anteriores, entre muchas otras. Se puede añadir al azúcar, se puede aromatizar un puré de patatas, unas magdalenas o un bizcocho, un chocolate a la taza, un té… Para conseguir el polvo de vainilla conviene dejar secar al aire las vainas, una vez secas se trocean y se ponen en el molinillo de café (o en otro procesador apropiado) y se muelen hasta que se obtiene el polvo. Éste se debe preservar en un tarro hermético y mejor si está preservado de la luz.
Esperamos que estas cuatro ideas para aprovechar las vainas de vainilla usadas os resulten útiles, y si tenéis más ideas, esperamos que las compartáis.