No se puede dar una respuesta general o exacta a la cuestión que os planteamos sobre cuánto tiempo se puede dejar la mantequilla a temperatura ambiente, pero podemos tener una orientación, más que nada porque en alguna ocasión puede suceder que nos dejemos una noche la bolsa de la compra en el coche, o se haya quedado en la encimera de la cocina sin darnos cuenta. Al ser un producto lácteo, existe un rápido temor a que hagan aparición las bacterias, se ponga rancia, se estropee pudiendo causar algún problema de intoxicación.
Lo normal es guardar la mantequilla en el frigorífico, preferiblemente en una de las zonas más frías, y lo que es muy importante, bien tapada, protegiéndola del aire y la luz para evitar que se deteriore rápidamente. La mantequilla es un producto básicamente graso, aproximadamente el 80% es materia grasa y el 20% restante es agua, proteínas de leche… la mantequilla comercial puede incluir algunos elementos más. Como sucede con todas las grasas, tiene mucha facilidad para ponerse rancia, por eso es importante conservarla en frío.
Las grasas también son muy susceptibles a absorber olores, así que si no se conserva bien tapada, puede adoptar los compuestos volátiles de los alimentos de su entorno, modificando el sabor y el olor de la mantequilla. Pero recuperemos la pregunta, ¿cuánto tiempo se puede dejar la mantequilla a temperatura ambiente?, pues según el tipo de mantequilla de la que se trate, puede permanecer entre dos días y una semana sin que se estropee.
Hay que considerar que en general, la mantequilla que compramos está pasteurizada, por lo que se reduce el riesgo de que las bacterias hagan aparición, si además contienen sal, este valor se reduce aún más, por lo que el principal problema de la mantequilla es que se ponga rancia. El calor también facilita que desarrolle extraños sabores, y recordemos que cuando se habla de temperatura ambiente suele tratarse de unos 20-23º C.
Si hacemos mantequilla casera con nata pasteurizada, nos encontramos también con una mantequilla que tiene un periodo de conservación prolongado, sin riesgo de proliferación de bacterias, y como explicábamos, si se añade un poco de sal este riesgo se reduce aún más.
Todavía existen, y se utilizan, recipientes que sirven para guardar la mantequilla a temperatura ambiente, aunque seguramente será en los hogares en los que se realice un importante consumo de la misma, afortunadamente en España tenemos la sabia cultura de cocinar y enriquecer nuestros platos con aceite de oliva. Pero ya lo sabéis, si la mantequilla (pasteurizada) se queda por un olvido o por necesidad a temperatura ambiente durante pocos días, no tiene por qué ser un riesgo para la salud, y no debería ponerse rancia ni presentar olores extraños si está bien tapada, pero se conservará mejor en frío.