Una investigación realizada por Royal Society for Public Health (RSPH) concluye que la mayoría de los consumidores no tienen ni idea de las calorías que contienen las bebidas alcohólicas. Para este estudio se encargó a Populus, una de las principales consultoras de investigación y estrategia del Reino Unido, que realizara una encuesta aleatoria a 2.117 personas mayores de 18 años de diferentes regiones del país.
De la encuesta se desprenden las siguientes conclusiones, tres cuartas parte de los encuestados no sabían cuántas calorías contenía una copa grande de vino y nueve de cada 10 personas no tenían ni idea de cuántas calorías tenía una pinta de cerveza (pinta es una unidad de volumen que equivale a 0’56 litros). Como resultado de esta encuesta, dos de cada tres personas decían que querían que se incluyera en las etiquetas alimentarias el contenido calórico de las bebidas.
Actualmente las bebidas alcohólicas no son consideradas como alimento por la Unión Europea y están exentas de la obligación de contemplar la información nutricional y la lista de ingredientes cuando superan el 1,2% en volumen de alcohol. Aunque hay que decir que la UE se comprometió a tomar una decisión sobre este tema el próximo mes de diciembre, es decir, si hará extensible el etiquetado nutricional a las bebidas alcohólicas, ya veremos si es así.
Lo cierto es que muchos consumidores quieren que las bebidas alcohólicas incluyan la información nutricional, de este modo se ayudará a tomar decisiones informadas sobre lo que consumen. Esta se considera una medida interesante ya que las personas que beben y sufren sobrepeso u obesidad obtienen de las bebidas alcohólicas aproximadamente el 10% de las necesidades calóricas diarias, la información quizá les ayudaría a beber con más moderación.
La Royal Society for Public Health realiza un llamamiento a la industria de las bebidas y al nuevo comisionado de salud de la Unión Europa para que se introduzca cuanto antes el etiquetado con el contenido nutricional en las bebidas alcohólicas, ya que considera que existe una falta generalizada de concienciación sobre las calorías que contienen las bebidas, la encuesta es prueba de ello.
Además de la encuesta, también se llevó a cabo un experimento en un bar para saber si la información del contenido calórico en las bebidas haría cambiar la conducta de los clientes a la hora de beber. Parece ser que las bebidas que se ofrecían con la información calórica provocaron una reducción de consumo cifrada en 400 calorías. Este fue un pequeño experimento, si se realizase a gran escala posiblemente una parte importante de la población tomaría menos bebidas alcohólicas para controlar el aporte calórico.
Esta información posiblemente juega en contra de los intereses del sector de las bebidas, pero lo cierto es que todo aquello que podemos consumir debería incluir la información nutricional, que la UE haya permitido que las bebidas alcohólicas estén exentas de la obligación de informar sobre el contenido ‘nutricional’ no tiene lógica (aunque no tengan nutrientes), tampoco la tiene que hayan estado aplazando el tema tanto tiempo. Hay que tener en cuenta que este reglamento se publicó el 25 de octubre del año 2011 (Reglamento (UE) nº 1169/2011) y ya entonces se había solicitado que no fueran exentas las bebidas alcohólicas. Sobre el estudio podéis conocer más detalles a través de RSPH.