Las cadenas de comida rápida como McDonald’s, Burger King, Subway, Pans & Company o Kentucky Fried Chicken, entre otras, no quieren perder o desperdiciar alimentos, el objetivo es intentar vender tanto como sea posible, pero esto no siempre es posible, en los casos en los que no se cocina sobre pedido, una parte de la comida preparada puede acabar en el cubo de la basura. ¿Tenemos idea de cuánta comida se desperdicia en los restaurantes de comida rápida?
Lo cierto es que no, pero podemos hacernos una ligera idea conociendo los datos que proporciona el periódico digital Rtl nieuws en un artículo que habla de Kentucky Fried Chicken o KFC, una cadena estadunidense de comida rápida especializada en el pollo frito, que cuenta con más de 60 establecimientos en los Países Bajos. Parece ser que un trabajador de KFC llamado Jeroen, contactó con el periódico preocupado por lo que estaba viendo, explicó que cada día, en el establecimiento en el que trabajaba se tiraban seis bolsas de pollo frito cada hora, lo que provocaba que cada día se llenara un contenedor de basura.
Parece ser que el pollo listo para su consumo se puede almacenar durante un máximo de 90 minutos, pasado este tiempo ya no se comercializa porque se considera “comida pasada”, no está lo suficientemente fresca como para servirla a los clientes. Según el jefe de marketing de KFC, se trabaja con pollo fresco, está preparado y almacenado listo para servir y en ciertas horas punta, como la hora de la comida, esto resulta beneficioso, ya que pueden satisfacer la demanda. Si no se trabajase de este modo, un cliente debería esperar al menos 25 minutos para que le sirvieran su pedido, en cambio, en apenas dos o tres minutos puede recibir su menú.
Si lo que dice el tal Jeroen es cierto, podemos imaginar cuántos pollos se están sacrificando en vano, la pérdida de recursos, tiempo, energía y dinero que se produce, se puede decir que se están produciendo pollos para que terminen directamente en la basura. Para el empleado de KFC esto no es nada normal (ni para nadie). Sobre sus declaraciones, se han pronunciado expertos como Toine Timmermans, experto en ingeniería de alimentos en la Universidad de Wageningen y gerente de programas para cadenas alimentarias sostenibles, diciendo que es una noticia terrible.
¿Se tiran seis bolsas de pollo preparado por hora?, ¿es una cifra correcta?, para Toine Timmermans es posible, asegura que la mayoría de los restaurantes de comida rápida no se preocupan en absoluto del desperdicio alimentario que generan. Apunta que si una empresa no tiene una política clara y definida sobre la pérdida y desperdicio de alimentos, se producen este tipo de situaciones. Pero Jeroe no es el único que denuncia esta situación, según el periódico digital, otros trabajadores también han informado y comentado que consideran que la cadena desperdicia demasiada comida.
Una trabajadora de Kentucky Fried Chicken que no ha querido dar su nombre real (quizá por temor a represalias), comentaba que hace unos días sobraron ocho bandejas de pollo, es decir, entre 100 y 120 piezas que terminarían irremediablemente en la basura. La empleada solicitó si se podía llevar a casa pollo sobrante, algo que como norma general no se permite, aunque en ocasiones sí. Según Toine Timmermans en los últimos años los supermercados se han esforzado en la lucha contra el desperdicio alimentario, es importante ser transparentes y dar a conocer sus operaciones, ya que de este modo los expertos pueden brindar consejos personalizados para reducir el desperdicio.
Sin embargo, las cadenas de comida rápida son menos abiertas, llevan sus operaciones de un modo más discreto, a esto hay que sumar una complicación, que sus sedes suelen estar en Estados Unidos. El experto comenta en este artículo del periódico digital, que no todas operan de la misma manera, cita a McDonald’s comentando que es una excepción positiva, gracias a una conversación que tuvo hace unos tres años con el director general de la cadena en los Países Bajos, ahora esta cadena desperdicia 2.000 toneladas de comida menos al año. Esto ha sido posible gracias a una gran inversión en las cocinas, cambios en el proceso de elaboración, etc., pero es una inversión que a la larga se ha rentabilizado.
Organizaciones como Foodwatch Holanda comentan que KFC no hace nada para prevenir el desperdicio de alimentos, prefieren tirar el pollo pasado el tiempo antes comentado, ya que lo que realmente les importa es que sus clientes disfruten de una comida que esté en su punto, que también es lógico. Pero, ¿realmente es necesario tirar la comida en buen estado? Sin duda, es una situación lamentable. Foodwatch Holanda explica que se han logrado pasos positivos, como el compromiso de que en 2026 Kentucky Fried Chicken deje de abastecerse de pollos criados sin luz del día y apiñados, algo que atenta contra el bienestar animal. Pero, ¿por qué les otorgan un plazo tan amplio?, además, hay que apuntar que este es un compromiso adquirido sólo en algunos países, ¿qué ocurre en el resto?
En muchas ocasiones hemos hablado del desperdicio generado por los supermercados, los agricultores, los consumidores, pero apenas hemos hablado del desperdicio de alimentos que pueden generar las cadenas de comida rápida, algo que también hay que poner en relevancia. Sería interesante conocer cómo opera KFC en nuestro país y si cuenta con una política para reducir el desperdicio alimentario. En su página web explica “KFC está comprometido a limitar el impacto medioambiental de sus actividades y también se busca involucrar a sus empleados en esta dirección”, esto implicaría reducir también el desperdicio alimentario, pero, en ocasiones una cosa es lo que se dice y otra la realidad.
Foto 1 | Alpha
Foto 2 | Marufish
Foto 3 | Elizabeth Prata