Por mucho que se innove y se creen nuevos materiales para hacer utensilios de cocina con el objetivo de que sean más prácticos, duraderos y seguros en lo referente a la seguridad alimentaria, los utensilios de madera siguen teniendo una importante presencia en las cocinas domésticas. Es un material que gusta por tradición, es cálido, es cómodo y es económico, pero como bien sabemos, no es el más acertado si se quieren reducir a cero los riesgos de padecer una intoxicación alimentaria.
Los defensores de los utensilios de cocina de madera pueden argumentar que no dañan las ollas y sartenes porque no rayan, es un material resistente, es duro y suave a la vez, y muy fácil de controlar en la cocina, no se calienta cuando entra en contacto con el calor… Pero no hay que hablar sólo de cucharas, espátulas y demás, también está a la orden del día el uso de tablas de corte de madera.
Los expertos en materia de seguridad alimentaria lo tienen claro, lo mejor es que no haya ningún utensilio de madera en ninguna cocina, no porque vaya a provocar una intoxicación alimentaria a quienes consuman lo que han cocinado con ellos, sino para prevenir una posible intoxicación. Entonces, ¿cuál es el riesgo de los utensilios de cocina de madera, tablas de corte, cucharas…? ¿Podemos utilizarlos si los lavamos adecuadamente?
Muchos pensaréis, ‘si los he estado utilizando toda la vida y no ha pasado nada, si mi abuela ya cocinaba con cucharas de palo y antes no había tanta facilidad de higiene en la cocina’… Y puede ser cierto, pero también puede haber sucedido que se haya padecido una gastroenteritis, y se haya achacado a cualquier otra cosa, al plato combinado de la cafetería, a un alimento en mal estado, etc. La responsabilidad siempre se busca fuera, pero las estadísticas indican que alrededor del 50% de las toxiinfecciones alimentarias se producen en el ámbito doméstico.
Para responder a cuáles son los riesgos de cocinar con utensilios de madera, os traemos un vídeo del divulgador y tecnólogo alimentario Mario Sánchez, que lo explica de forma amena y explícita, además de dar opciones o alternativas a los utensilios de cocina que nos garanticen una reducción de los riesgos de provocar una intoxicación alimentaria.
Mario Sánchez, empieza comentando que aunque la madera es un material muy natural, muy noble y muy gourmet, en su interior puede albergar un gran número de microorganismos patógenos, que son los que provocan enfermedades e intoxicaciones alimentarias. Sabe que la respuesta de ‘a mi nunca me ha pasado nada por usar utensilios de madera’ es la más sonada, claro, por su trabajo, es el argumento que generalmente le han dado. Pero dice que, ¿por qué arriesgar?
Está claro que utilizar tablas de corte o cucharas de madera, no va a hacer que enfermemos sí o sí, pero hay que reconocer que tendremos más posibilidades de enfermar que si hacemos uso de utensilios de cocina de un material más seguro. Es como sucede con el tabaco, la gente fuma a sabiendas de que con ello tienen muchas más posibilidades de padecer una enfermedad grave, que una persona que no fuma.
El tecnólogo alimentario pone como ejemplo la hostelería y otros negocios de restauración profesional, donde no se ve ni un utensilio de madera, ni tablas, ni cucharas, ni espátulas… (siempre habrá alguna excepción). Y es que los tienen vetados (que no prohibido legalmente) por los riesgos que puede suponer para sus clientes.
Claro, también hay que discernir entre los distintos usos que podemos hacer de los utensilios de madera en la cocina, porque una cosa es poner una pieza de pollo crudo sobre una tabla de madera, y otra es cortar en ella quesos y embutidos, por ejemplo. El principal problema de la madera es que es un material poroso, y ya sabéis que eso significa que en esos minúsculos agujeritos se pueden colar los jugos, restos de los alimentos y bacterias que algunos de ellos tienen de manera natural.
Y las bacterias instaladas en la madera es muy difícil eliminarlas, además, pueden crear biofilm o ecosistema microbiano en el que los microorganismos forman una comunidad, se unen aumentando significativamente su densidad y pueden hacer frente a la acción de los productos de limpieza. Esto sucede también con bayetas y estropajos, es cuando adquieren una textura gelatinosa y con brillo, y la única solución para no jugarse una intoxicación que puede ser tan seria como la salmonelosis, la listeriosis o el botulismo, es tirarlos a la basura, porque limpiar con lejía o con vinagre, no lo soluciona.
Tampoco es nada recomendable lavar los utensilios de cocina en el lavavajillas, a parte de que se estropean porque están demasiado tiempo en agua, y encima, caliente, la porosidad del material hace que se retenga mucho tiempo la humedad, y ésta junto al calor, son los mejores amigos del crecimiento microbiológico, un caldo de cultivo que encanta a las bacterias.
El tecnólogo alimentario nos ilustra también sobre las características de materiales alternativos a la madera como la silicona, el acero inoxidable o algunos tipos de plástico, afirmando que ninguno es 100% perfecto, pero sí hay unos materiales más seguros que otros. Os recomendamos que veáis el vídeo hasta el final, y volveremos a retomar el tema de la madera en los utensilios de cocina, porque se han quedado cosas en el tintero.