Si preguntamos sobre el método de crianza de ganado vacuno más respetuoso con el medio ambiente, posiblemente muchas personas considerarán que es alimentar al ganado vacuno de forma ecológica con pasto y al aire libre. Evidentemente para los animales es el más favorable, son más felices, están más sanos y además los alimentos que se obtienen son de mayor calidad. Un ejemplo que se puede citar es este estudio del año 2008 en el que se concluía que la calidad de la leche era mejor si las vacas pastaban libremente.
La producción de carne de vacuno es considerada por algunos expertos como la menos eficiente para alimentar a la humanidad por varias razones, por ejemplo por el enorme gasto de recursos naturales como el agua, se calcula que se necesitan unos 15.000 litros de agua para producir un kilo de carne de vacuno, frente a los 2.500 litros de agua que son necesarios para producir un kilo de arroz. También la gran cantidad de tierra que se destina a la producción de grano para alimentar al ganado, hay que recordar que el 40% de los alimentos que se cultivan en el planeta se emplean en la alimentación animal, algo que irá a más en los próximos años, de todo ello hablábamos aquí.
A todo esto hay que sumar las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado vacuno, como el metano, aquí explicábamos que el sector ganadero contribuye con casi un 15% de estas emisiones, cifra similar a la generada por los vehículos de combustible. Pues bien, hoy conocemos un estudio realizado por expertos de la Universidad de Oxford y el Bard College, que tenía como objetivo analizar los cinco métodos de la producción ganadera para conocer cuál era el más respetuoso con el medio ambiente. La conclusión obtenida es que a pesar de que existían variaciones, ningún sistema es tan bueno como para permitir que siga aumentando la producción y el consumo de carne.
Los investigadores apuntan que el ganado alimentado con pasto puede ser más respetuoso con el medio ambiente, pero para contar con pastos no se deben arrasar bosques o utilizar fertilizantes sintéticos para el crecimiento de la alimentación animal, ya que los beneficios climáticos prácticamente desaparecen. Los expertos comentan que el mejor sistema de pastoreo analizado tiene un impacto climático suficientemente elevado como para justificar los esfuerzos que se realizan para intentar limitar la producción de carne, es decir, se deja claro que no se habla de eliminar la carne de la dieta, pero sí de limitarla para que el impacto climático sea el mínimo posible.
En un artículo publicado en One Green Planet, plataforma que tiene como objetivo crear un mundo en el que se pueda disfrutar de los alimentos con un mínimo impacto medioambiental, explican que aunque el primer sistema es favorable para los animales y la obtención de mejores alimentos, ambos métodos de producción (pastoreo e industrial) son similares en lo que refiere a la liberación de gases de efecto invernadero, algo contraproducente para el planeta.
Hablando sobre la producción de vacuno de Estados Unidos, One Green Planet comenta que el ganado es criado en el país con pasto, pero llega un momento en el que es enviado a una granja de engorde para que puedan alcanzar el peso ideal para la comercialización. Durante el proceso de engorde el ganado se alimenta principalmente de grano (90%), además de maíz, soja, alfalfa, etc., también se les administran hormonas y antibióticos para que el engorde se produzca de forma más rápida.
Sobre el sistema en el que las vacas son alimentadas exclusivamente con pasto o forraje, es ineficiente para la industria cárnica, ya que se tarda mucho más en alcanzar el peso. Esto no ocurre con el sistema productivo industrial, pues en un plazo de 3 a 6 meses ganan el peso necesario, es decir en 15-18 meses el animal está listo para ser enviado al matadero. Con el ganado alimentado exclusivamente con pasto se pueden tardar años para alcanzar un peso similar, pero no es este el tema que ahora tratamos, sino el impacto medioambiental de ambos tipos de crianza.
Sobre el gasto de recursos, en One Green Planet explican que una vaca alimentada con el sistema industrial necesita unos 12.000 metros cuadrados de terreno, en cambio, una vaca alimentada exclusivamente con pasto necesitará disponer de unos 36.000 metros cuadrados de terreno. La vaca de pastoreo utilizará un 35% más de agua que la vaca producida por el sistema industrial, esto indica que el ganado alimentado con grano es más eficiente si se valoran los recursos que se gastan. Pero también hay que tener en cuenta que la producción de grano acapara una gran cantidad de tierra y gasta mucha agua, por lo que la eficiencia es inexistente.
El ganado alimentado exclusivamente con pasto produce un 500% más de emisiones de gases de efecto invernadero que el ganado alimentado con grano, la razón es el tiempo, como ya hemos explicado, los animales producidos por la industria alcanzan mucho antes el peso para su sacrificio y comercialización. Un argumento utilizado a favor del ganado alimentado con pasto es la contribución que realizan a generar más pasto y a mejorar las condiciones del suelo, capturando mejor el dióxido de carbono, pero esto no compensa los impactos negativos provocados por la emisión de gases como el metano. En este sentido, quizá es interesante tener en cuenta las investigaciones que han permitido desarrollar suplementos alimentarios que logran reducir hasta un 30% las emisiones de metano generadas por el ganado vacuno.
Cada vez más productores apuestan por la ganadería ecológica porque la demanda de los consumidores por este producto crece, ya que se considera que el método de producción es más respetuoso con los animales y ofrece alimentos con mejores cualidades organolépticas, esto es verdad, pero también es cierto que se trata de un sistema ineficiente que no podría abastecer a la creciente población del planeta, y en lo que respecta a la liberación de gases de efecto invernadero, es similar a la provocada por la ganadería industrial. Este hecho ya es un motivo suficiente para reducir el consumo de carne, proceda de donde proceda, como la mejor opción para ayudar a frenar el cambio climático. A través de este enlace podréis acceder al artículo publicado en One Green Planet.