En la receta de Tartar de atún con crujiente de yogur y wasabi, y también el Ravioli de mango, langostinos y crispy de yogur, habéis podido ver un ingrediente común del que hemos recibido varias consultas. El Crispy de yogur no es un ingrediente que hagamos nosotros, es uno de los productos liofilizados que podríamos decir que están de moda en algunas cocinas profesionales y que como os comentamos hace un tiempo, también están disponibles para las cocinas domésticas con la línea de productos Home Chef.
Por su sabor y por su textura, el crispy de yogur resulta muy versátil en la cocina, es muy fácil de combinar en distintos platos, ya sean elaboraciones saladas o postres, siendo muy importante añadirlo justo en el momento de servir para que su textura sea perfecta, no se humedezca con el resto de ingredientes del plato y resulte crujiente, ese suele ser el contraste de textura que se busca en muchas ocasiones y que tanto agradece el paladar para equilibrar la sensación con elementos más cremosos o tiernos.
Sosa elabora estos crujientes o crispies de yogur en dos formatos, para las cocinas profesionales y para uso doméstico, en el primer caso en un envase que contiene 300 gramos y en el segundo, en un pequeño tarro de plástico con 80 gramos. Dada su susceptibilidad a humedecerse, debe conservarse en un lugar seco y no exponerlo nunca a la humedad dejando el recipiente abierto mientras estamos cocinando.
Es interesante conocer de qué se compone el crispy de yogur, tal y como viene detallado en la etiqueta del producto, destacando que no contiene gluten, grasas trans ni OMG. Este lácteo liofilizado se elabora con yogur desnatado en polvo, inulina, maltodextrina de trigo, almidón de patata, ácido cítrico y aroma.
Huele a yogur y su sabor quizá es excesivamente cítrico en comparación con el yogur natural, pero aún así funciona muy bien para terminar algunos platos con color y textura. Si os interesa probarlo, podréis encontrarlo en tiendas que trabajen con los productos de Sosa o en su propia tienda, el envase de uso doméstico ronda los 7’50 euros.