Hace poco hablábamos de la crisis de los pimientos verdes, pero en realidad habría que hablar de la crisis de los alimentos de temporada en general, no es de extrañar que los productores estén tan indignados y a la vez crispados, si la situación sigue de este modo, va a ser un verano duro para productores y consumidores.
Hablamos de crisis en los alimentos de temporada al conocer que nada más empezar la temporada para algunos productos estrella veraniegos, como la sandia o el melón, los productores ya están dejando de recoger sus cultivos para no tener que sucumbir a los precios que ofrecen los intermediarios.
A través de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) podemos saber que las sandías son adquiridas por los intermediarios a 0,06 euros el kilo, sin embargo, en el IPOD de mayo podíamos comprobar que se pagaba al productor a 0,21 euros. Lo mismo ocurre con el melón piel de sapo, ha pasado de los 0,36 euros por kilo percibidos en el mes de mayo por los productores, a los actuales 0,20 euros. Es mucho más notoria la especulación con las sandías, seguro que más de un lector nos podrá decir a cuánto paga el kilo de sandías, la diferencia entre el precio de origen y destino es abrumadora como ocurre con muchos otros productos.
Se calcula que en el Campo de Cartagena, hasta 40 millones de kilos de patatas nuevas se han dejado de arrancar y el motivo es el mismo, un precio de 0,06 euros percibidos por el productor. Parece evidente que con la excusa de la crisis económica, se aprietan bien los cinturones de los productores, los consumidores notamos levemente la reducción de precios y los intermediarios siguen en muchos casos disfrutando de un margen de beneficios muy elevado. COAG menciona como caso escandaloso el hundimiento de los precios de la patata temprana murciana por parte de Carrefour, con el propósito de vender patatas viejas provenientes de Francia.
Esto sí es un grave problema, si los productos españoles no entran en el juego y no aceptan los precios ofrecidos por los intermediarios, las cadenas de distribución recurrirán a los productos que ofrecen otros países a menor precio y con peor calidad, y más ahora que ya ha entrado en vigor el nuevo reglamento de frutas y verduras. Recordemos que se han eliminado 26 normas de calidad que regían en frutas, verduras u hortalizas dando pie a que el mercado europeo se convierta en un basurero hortofrutícola.
Lo peor es que con este tipo de problemas, los intermediarios terminan obteniendo mayores beneficios, ya que los productos del exterior son adquiridos a precios más bajos y comercializados al mismo precio que si se tratase de productos españoles, parece interesar una crisis en los alimentos de temporada. En breve conoceremos los datos del IPOD del mes de junio, y como ya indicamos en su momento, los números nos van a sorprender.
Es necesario frenar el abuso especulativo de las grandes cadenas de distribución, algo que sólo se puede lograr mediante legislación.
Foto | Ritingon