En el IPOD de febrero 2011 podíamos comprobar que el productor percibía por kilo de lechugas 0’17 euros de media, los consumidores pagábamos el kilo a 0’91 euros, la diferencia entre origen y destino se establecía en un 435%, o lo que es igual, los consumidores pagábamos 5’35 veces su valor en origen. Aunque la diferencia de precios no superaba el 500% se puede decir que en el IPOD de marzo 2011 las lechugas sorprenderán por las diferencias de precio. Al parecer, durante el presente mes los precios han estado desplomándose paralelamente al crecimiento de las plantas, se puede empezar a hablar de la crisis de la lechuga.
Los productores sólo pueden esperar a que la situación cambie y se normalice, y percibir por su producto un precio digno, no es algo en lo que se pueda confiar, la crisis de la lechuga ha comenzado, basta con saber que durante los últimos días las cajas de 10 lechugas se han estado pagando a precios comprendidos entre 2 y 2’50 euros. Para hacernos una idea de la diferencia, el vicepresidente de Asaja-Almería comenta que en el mes de febrero, los productores comercializaban esa misma caja a unos 7 euros.
Se barajan algunos condicionantes para la reducción del precio de la lechuga, la escasa demanda o la climatología, con buen tiempo y sol, la lechuga se desarrolla rápidamente por lo que crece la producción, al no haber demanda, forzosamente los precios caen. Este dato contrasta con los resultados del mes de febrero, se pagaba más cara por la falta de producción a causa de las heladas. Los precios eran más elevados pero los productores no obtuvieron la rentabilidad esperada.
Pero con el buen tiempo, también será necesario tener en cuenta otros elementos que distorsionan el mercado, por ejemplo las importaciones de lechuga de otros países a un precio mucho más económico. La crisis de la lechuga posiblemente se prolongue mucho más de lo que se espera. Según leemos en Ideal, tras un par de años de buenos resultados, ahora llegan las vacas flacas, desde diciembre de 2009 hasta diciembre de 2010 los precios eran estables, anteriormente algunos productores llegaron a arrancar y destruir plantaciones al no poder darles salida por los bajos precios.
Será interesante comprobar si esta situación la aprovechan los intermediarios y no trasladan la reducción de precios a los consumidores, algo que ya es habitual y que hemos visto reproducido en muchas ocasiones con otros productos alimentarios.