Nos gusta mucho la versatilidad en cuanto a temporalidad de esta Crema de espinacas al limón, pues es un entrante que se disfruta igual en los meses fríos que en los más calurosos, servida caliente resulta reconfortante, y si queremos refrescarnos es fácil conseguirlo con la misma elaboración.
Como podréis ver en la receta, además es muy sencilla de hacer, nutritiva y ligera, podemos complementarla con distintos tipos de queso e incluso con otros alimentos crujientes, como unos picatostes, unas tiras de jamón crujiente, unas gambas al vapor… Utilizad las hojas frescas para esta receta de Crema de espinacas, probadla y nos contáis.
Ingredientes (4 comensales)
- 30 gramos de mantequilla tradicional
- 1/2 cebolla morada
- 350 gramos de espinacas frescas
- 1/2 limón
- sal
- pimienta negra
- comino molido
- 200 gramos de nata para cocinar (18% M.G.)
- 100 gramos de queso feta
- 1/2 guindilla dulce
- aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Pon una cazuela al fuego con la mantequilla, a temperatura baja para que se vaya fundiendo lentamente. Pela la cebolla y córtala en brunoise, póchala a fuego lento y cuando esté transparente, incorpora las espinacas, sal, pimienta y comino.
Ralla la piel del medio limón y resérvala, exprime su zumo y viértelo sobre las espinacas, cocina lentamente, moviendo de vez en cuando, hasta que las espinacas estén cocidas y el jugo se haya reducido.
Añade entonces la nata y cuando vaya a empezar a hervir, retira del fuego. Vierte el preparado en el vaso de la batidora y tritura hasta obtener una crema suave, homogénea y fina, pruébala por si es necesario rectificar de sal o especias.
Corta el queso en dados y la guindilla dulce en finos aros.
Emplatado
Sirve la Crema de espinacas al limón repartiendo en el centro de los platos el queso, la piel rallada de limón, la guindilla y terminando con un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!