Muchas veces añadimos unas gotas de zumo de limón o la piel de este cítrico recién rallada para aportar una nota de frescor y algo de acidez a las cremas de verduras, legumbres y demás, otras veces aprovechamos las cualidades de alimentos ‘vivos’ como son los germinados, ofrecen un contraste tan rico que no podemos dejar de recomendar que lo probéis, hoy lo hacemos con nuestra Crema de calabaza y clavo con germinado de kale, es sabrosa y con un toque fresco ofrecido precisamente por el germinado, y las semillas de cáñamo fresco también tienen su porqué.
Esta crema de calabaza es sencilla, muy fácil de hacer con un poco de puerro y chirivía, y aromatizada con clavo, jengibre y pimienta de Jamaica. Además, añadimos salmuera de anchoas, un producto que desde hace un par de años se ha hecho muy popular en la alta cocina y que también llega al comercio minorista gracias a distintas conserveras. Pero si no la tenéis, os dejaremos ideas de alguna alternativa. En cuanto al germinado, seguro que ya conocéis supermercados en los que podréis encontrarlo, si no habéis probado el germinado de kale y os gustan este tipo de alimentos, os va a encantar.
Ingredientes (4 comensales)
- 250 gramos de blanco de puerro
- 150 gramos de chirivía
- 850-900 gramos de calabaza butternut sin piel
- 3 clavos de olor
- una rodaja gruesa de jengibre fresco
- ½ c/c de pimienta de Jamaica
- 700 gramos aprox. de caldo de verduras
- 1 c/c de salmuera de anchoas (opcional)
- c/n de sal
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- 1 c/s de semillas de cáñamo peladas
- 4 puñaditos de germinados de col kale.
Elaboración
Pela los puerros, reserva la parte verde para otra receta y corta la parte blanca, primero longitudinalmente y después en rodajas. Pela la chirivía y haz lo mismo, córtala en medias lunas no muy gruesas.
Pela la calabaza, si te parece muy dura, puedes utilizar este truco para que la piel esté más blanda y sea más fácil de pelar. A continuación, corta la pulpa en daditos, no hace falta que sean iguales, pero sí de un tamaño similar.
Pon una olla a calentar con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, incorpora el puerro, la chirivía y la calabaza, añade sal al gusto y los clavos de olor, mezcla bien. Ralla el jengibre fresco y añádelo a la olla junto con la pimienta de Jamaica recién molida, y sofríe unos minutos hasta que las verduras empiecen a tomar color.
Vierte el caldo en la olla, sube el fuego y deja que rompa a hervir. En ese momento, baja el fuego y cocina hasta que la calabaza esté bien tierna. Entonces, retira del fuego y añade la salmuera de anchoas o, en su defecto, un chorrito de salsa tamari o de soja, la crema ganará intensidad en el sabor.
Tritura las verduras hasta obtener una crema fína, prueba, rectifica si fuera necesario de sal o especias y vuelve a llevar a ebullición. Retira del fuego y reserva.
Lava bien el germinado de col kale (si no encuentras este germinado, puedes probar otro que sea de tu agrado, pero que no sea tan fino como el de alfalfa, por ejemplo, para que se pueda notar la textura crujiente y el frescor al masticar), que aportará un toque fresco y crujiente a la crema, y escúrrelo bien.
Acabado y presentación
Sirve la crema de calabaza y clavo de olor en platos hondos o cuencos, añade unas semillas de cáñamo peladas, que también aportan una nota fresca y de frutos secos, alrededor del germinado de kale que habrás puesto en el centro. Termina con un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria