La crema agria, también conocida como nata agria y que podemos encontrar en los formatos comerciales como sour cream (inglés), saure sahne schmand (alemán) o panna acida (italiano) entre otros, dependiendo de dónde provenga, y es que no es todavía un producto lácteo muy consumido en nuestro país.
Quizá la crème fraîche es más popular, y aunque es parecida a la crema agria, ofrece algunas diferencias, como el contenido en materia grasa (en la crème fraîche es superior), el contenido en proteínas es mayor en la crema agria, también hay diferencias en el sabor y la tolerancia al calor, es decir, la crema agria se corta si se lleva a temperaturas elevadas, mientras que la crème fraîche permite la cocción conservando su cremosidad.
La crema agria es un producto que se elabora a partir de la nata, con un contenido en materia grasa que ronda el 18-24%. En su elaboración tradicional, la crema agria únicamente se elabora con la nata y bacterias del ácido láctico, pasando por la homogeneización (la americana se pasa dos veces y tiene más cuerpo que la crema agria europea, según explica Harold McGee) antes de la fermentación. Existe también la conocida como ‘crema agria acidificada’, esta es una imitación de la crema agria pero que no ha pasado por la fermentación, se elabora cuajando la nata con ácido puro.
Hay muchas cremas agrias comerciales que incluyen otros elementos en su elaboración, como agentes espesantes para darle más densidad (cuajo, gelatina, guar…), y acidificantes artificiales. Las que indican que tienen menos grasas suelen combinar nata y leche, e incorporar almidón, espesantes vegetales y proteína de leche seca.
La crema agria define su sabor con su nombre, es una nata que debido a la fermentación, ha adquirido acidez, es muy versátil en la gastronomía (no para cocinar a altas temperaturas), muy popular en la cocina europea y norteamericana como aderezo de patatas al horno, ensaladas, sopas, panecillos, verduras y frutas asadas, elaboración de salsas, etc.
Igual que otros productos lácteos, la crema agria debe conservarse en el frigorífico, pero antes de servirla en un plato caliente es bueno recordar dejarla unos minutos a temperatura ambiente, tomar del envase la cantidad necesaria, y volver a guardar éste en el frigorífico.
Como nos han llegado varias consultas sobre dónde comprar crema agria, comentaros que uno de los comercios más fáciles de localizar en cualquier lugar y que disponen de este producto en la zona de refrigerados lácteos es Carrefour. Además se puede encontrar en otros supermercados y tiendas de productos europeos.