El ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas) ha publicado el informe sobre el crecimiento de los cultivos transgénicos en el mundo 2018, y en este documento se destaca que 26 países han cultivado 191’7 millones de hectáreas de productos modificados genéticamente, lo que supone un incremento de 1’9 millones de hectáreas, respecto a los datos del año 2017.
De los 26 países que aparecen en el informe, 21 son países en vías de desarrollo y cinco son países industrializados, todos ellos responsables de la producción de transgénicos en el mundo. Se destaca que en los países en vías de desarrollo, el crecimiento de los cultivos modificados genéticamente se cifró en un 54%, mientras que en los países industrializados el crecimiento fue del 46%, a esto hay que sumar que otros 44 países de los que 26 pertenecen a la Unión Europea, importaron productos modificados genéticamente para alimentación, elaboración de piensos y procesamiento, por lo que un total de 70 países han adoptado los cultivos biotecnológicos.
Se destaca también la expansión de los cultivos transgénicos, que desde el año 1996 han aumentado 113 veces en volumen, pasando de 1’7 millones de hectáreas a los 191’7 millones de hectáreas en 2018, lo que indica que los cultivos biotecnológicos son la tecnología de cultivo que más rápidamente se ha adoptado en los últimos tiempos. Los cultivos transgénicos se han expandido más allá de los cuatro habituales, maíz, soja, colza y algodón, ahora también destacan la alfalfa, la remolacha azucarera, la papaya, la calabaza, la berenjena, las patatas y las manzanas, productos que ya están presentes en los mercados.
El informe indica que ya se han plantado dos generaciones de las patatas Innate desarrolladas por la compañía de alimentos y productos agroindustriales JR Simplot. Se trata de una variedad que se ha modificado genéticamente para que sea más productiva, resistente a las plagas, con menos asparagina y con la capacidad de no ennegrecerse si recibe un golpe. También se habla del cultivo de las manzanas Arctic Golden y Arctic Granny, manzanas que al pelarlas no se oscurecen y mantienen su buen aspecto durante 17 días. Otros cultivos que el informe destaca son la caña de azúcar resistente a los insectos cultivada en Brasil, la caña de azúcar tolerante a la sequía cultivada en Indonesia, y el primer cártamo con alto contenido en ácido oleico cultivado en Australia.
El ISAAA recuerda que se han aprobado otros productos transgénicos que combinan rasgos de interés para productores y consumidores (según su opinión), como la soja tolerante a herbicidas y con un alto contenido en ácido oleico, una variedad de soja tolerante a los suelos salinos, etc. Lo cierto es que cada vez hay más alimentos transgénicos y, como es habitual, las nuevas variedades se cultivan en los países en vías de desarrollo, donde la legislación es menos estricta, faltan regulaciones y es más fácil que los dirigentes acepten las condiciones de las empresas y no hace falta decir por qué.
El informe apunta que los cuatro principales cultivos biotecnológicos, maíz, soja, colza y algodón, han sido los de mayor presencia en los 26 países, siendo la soja líder con un total de 95’9 millones de hectáreas, suponiendo un aumento del 2% respecto a los datos de 2017. Le sigue el maíz transgénico con 58’9 millones de hectáreas, el algodón con 24’9 millones de hectáreas, y finalmente la canola con 10’1 millones de hectáreas. Según el área de cultivo global de la FAO de 2017 para cultivos individuales, el 78% de la soja, el 76% del algodón, el 30% del maíz y el 29% de la canola fueron cultivos transgénicos en 2018.
El área de tierra sembrada con cultivos transgénicos con rasgos apilados (que contienen más de un gen modificado genéticamente, generalmente la resistencia a los insectos y la tolerancia a los herbicidas) aumentó en un 4%, ocupando el 42% del área global de los cultivos biotecnológicos. Cinco han sido los principales países en la producción de transgénicos acaparando el 91% de la superficie mundial dedicada a este tipo de cultivo, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá y la India, son los mismos países que año tras año encabezan este particular ranking.
Estados Unidos está a la cabeza con 75 millones de hectáreas cultivadas en 2018 y también con la variedad de cultivos (maíz, soja, algodón, colza, remolacha azucarera, alfalfa, papaya, calabaza, patatas y manzanas), le siguen Brasil con 51’3 millones de hectáreas destinadas a la producción de soja, maíz, algodón y caña de azúcar, Argentina con 23’9 millones de hectáreas destinadas al cultivo de soja, maíz y algodón modificado genéticamente, Canadá con 12’7 millones de hectáreas donde se ha cultivado colza, maíz, soja, remolacha azucarera, alfalfa y manzanas, y la India con 11’6 millones de hectáreas que se destinaron, sobre todo, al cultivo de algodón. España se clasifica en el puesto 17 en este ranking, con un volumen que representa el 0’1 del volumen total de transgénicos producidos en 2018.
Como es habitual, en cada informe elaborado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas, la organización destaca que los cultivos biotecnológicos han contribuido a mejorar la sostenibilidad, reducir el impacto del cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria, aumentar la productividad de los cultivos, reducir la pobreza, mejorar la situación económica, etc. Varios de los puntos reflejados en el informe pueden ser cuestionados, recordemos que la resistencia de las plagas a los cultivos transgénicos ha aumentado de forma significativa, que cada vez es más relevante la presencia de súper malezas resistentes a los herbicidas, o que la mayor productividad y rentabilidad de los transgénicos es equiparable a la del maíz convencional, véase como ejemplo este estudio del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, aunque hay muchos ejemplos más.
El ISAAA es una organización internacional sin ánimo de lucro que defiende la biotecnología agrícola y, dados sus intereses, intentan mostrar los datos más positivos, algo lógico teniendo en cuenta que su cometido es salvaguardar los intereses de los cultivos biotecnológicos, obviando los posibles problemas asociados. A través de la página oficial del ISAAA podréis conocer con detalle el resumen ejecutivo del informe, o descargarlo previo el correspondiente pago.
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