La actual situación de crisis alimentaria por la que está pasando nuestro planeta es una buena oportunidad de negocio, por eso crecen los inversores en el mercado de commodities alimentarias. Este término es el que se utiliza para denominar a aquellos productos que están destinados a la comercialización. La actual y creciente demanda de alimentos que se está viviendo en muchos países, es un interesante incentivo para que los inversores decidan canalizar sus esfuerzos en la agricultura.
Antaño, la agricultura no estaba tan valorada como lo está siendo ahora, los países realizaban sus esfuerzos en el desarrollo de industrias energéticas u otras cuestiones, pero el cambio de situación ha obligado a realizar inversiones en lo que parece ser una buena apuesta, la alimentación.
Los nuevos inversores en el mercado de commodities son grupos o personas que anteriormente no tenían nada que ver con el sector de la agricultura y tampoco representaba un potencial de negocio, ahora se sienten atraídos por la posibilidad de obtener buenos beneficios y comienzan a invertir comprando tierras, maquinaria y todo aquello que esté relacionado con la agricultura que puede incrementar a largo plazo su inversión.
Los nuevos inversores no alquilan, arrendan o contratan, ya que estas acciones suponen una inversión a medio plazo, es preferible comprar y más con los pronósticos dados que muestran un largo periodo de creciente demanda alimentaria.
La alimentación se ha convertido en un tema económico muy importante, recordemos algunas iniciativas como la del Gobierno chino, que pretende incentivar a aquellos inversores del país que compren tierras cultivables en otros países para garantizar el abastecimiento alimentario de China. Algo muy distinto a lo que ocurría hace apenas unos años, entonces se potenciaban e incentivaban las inversiones en tecnologías y energías.
La necesidad alimentaria del mundo se ha convertido en uno de los negocios que pueden ser más rentables a largo plazo, aunque también resulta muy interesante el agua como commoditie, podemos poner como ejemplo la noticia que hablaba de que El agua es el negocio del siglo XXI, en ella se muestra el especial interés que tienen los inversores por este bien tan preciado y no dudan en pagar cifras escandalosas por un manantial de agua sabiendo que a largo plazo les va a resultar muy rentable.
Claro, que la agricultura no solamente es el centro de atención para abastecer de alimentos a la población mundial, también resulta interesante para abastecer a la industria de los biocombustibles. La depreciación que había sufrido la agricultura ha desaparecido, ahora es un potente motor de industria y economía, se están realizando inversiones enormes en este campo. Como decíamos al principio, las inversiones se realizan en todo aquello que esté relacionado con la agricultura, deben ser tan buenas las previsiones que hay inversores que incluso se compran enormes edificios para almacenar millones de toneladas de cereales.
Toda esta nueva situación también encierra diversos riesgos, algunos analistas la comparan con la burbuja inmobiliaria, estos inversores podrían hacer acopio del grano en previsión de nuevas subidas para rentabilizar aún más su producto, el riesgo de especulación está muy presente y podría agravar aún más el problema de los precios en un futuro inmediato.
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