Cocinar carnes al horno es una garantía y a pesar de que el calor nos quita las ganas de encenderlo, os animamos a probar esta receta de Costillas de cerdo al horno, sencillamente porque os chuparéis los dedos.
Las costillas pueden asarse solas, con un poco de sal, pimienta y aceite, estarán buenísimas, pero si le añadimos una buena selección de especias, las Costillas de cerdo al horno con puré de patata a la vainilla, será un plato que te invitará a repetir.
Nosotros hemos incluido especias picantes, pero siempre se pueden variar al gusto de cada uno. Para acompañar hemos puesto un puré de patata aromatizado con vainilla (más cantidad de la que aparece en las fotos porque está buenísimo, receta que hacemos habitualmente, pero hoy además le hemos añadido un chorrito de aceite de trufa negra, ha resultado colosal.
Ingredientes (4 comensales)
- 2 costillares de cerdo
- 3 higos
- 3 dientes de ajo
- 3 guindillas (menos si pican mucho)
- jengibre fresco del tamaño de una nuez
- 1 c/c de zumaque
- 1 c/c de cilantro molido
- 6 bayas de pimienta de Jamaica molida
- sal
- aceite de oliva virgen extra.
Para el puré de patata
- 2-3 patatas
- ½ vaina de vainilla
- un chorrito de leche
- un chorrito de agua
- sal
- 1 c/s de mantequilla
- aceite de trufa negra
- sal de trufa.
Elaboración
Enciende el horno con el ventilador o con calor arriba y abajo a 200º C. Mientras tanto, muele las especias, por un lado el zumaque, el cilantro y la pimienta de Jamaica, ralla el jengibre y mézclalo con estas especias, añade aceite de oliva virgen extra. Por otro lado pica las guindillas y ponlas en el suribachi o mortero con los dientes de ajo picados, machaca hasta hacer una pasta.
Sala las costillas de cerdo y úntalas con las especias en las que has incorporado el aceite de oliva, añade la mitad del romero y hornea. Baja la temperatura a 190º C y durante la cocción ve dándole la vuelta a las costillas y regándolas con el jugo que desprenden en la bandeja.
Pasados unos 20 minutos, si ya están doradas, incorpora la picada de ajo y guindilla y el resto del romero. Continúa asando las costillas hasta que tengan la piel ligeramente crujiente. Hornea también los higos lavados y cortados en cuartos durante unos cinco minutos.
Mientras se asan las costillas, haz el puré de patata como normalmente sueles hacerlo. Nosotros cocemos las patatas enteras con piel con un poco de agua, después las trituramos con un poco de agua, leche o un poco de cada, sal, la pulpa del interior de la vaina de vainilla, la mantequilla y el aceite de trufa. Trituramos bien hasta obtener un parmentier fino y denso.
Emplatado
Sirve el puré de patatas a la vainilla por un lado, en esta presentación hemos utilizado una manga pastelera y hemos sazonado con un poco de sal de trufa negra que hicimos este invierno. Sirve también las costillas de cerdo cortadas de dos en dos, riega con el jugo del asado y acompaña con los higos. Esperamos que disfrutéis.