La corvina es un pescado blanco de agua salada de la familia Sciaenidae, pertenece al orden de los Perciformes, es decir, con forma de perca y de los vertebrados más grandes. Hay distintas especies de corvina que habitan en distintas aguas, siendo la más conocida la corvina o perca regia (Argyrosomus regius), seguida de la corvina negra (Sciaena umbra).
Dependiendo de la especie de corvina, su tamaño y su peso varía mucho, pues pueden pesar de 1 a 50 kilos, o medir entre 30 centímetros y 2 metros. Su captura se da durante todo el año con la técnica del curricán, desde embarcación, y es también un pescado muy apreciado para la pesca deportiva. Habita en las profundidades, pudiendo llegar a los 300 metros, desde el Atlántico Oriental al Mediterráneo.
Su alimentación es principalmente carnívora, se alimenta de pequeños peces, crustáceos, moluscos… con mayor actividad nocturna, durante el día se mantienen cerca de su refugio. La corvina, también conocida como Reig, Andeja, Meagre o Maigre, tiene un cuerpo esbelto, de color gris plata más oscuro en la parte superior y las aletas de un tono rojo pardo. Posee escamas grandes, y una amplia boca (donde se esconden sus crías si perciben una señal de peligro), de hocico redondeado, con dientes pequeños y afilados dispuestos en varias líneas.
La corvina es muy apreciada en gastronomía, su carne es sabrosa y tersa, admite distintos métodos de cocción para preparar las recetas, a la plancha, al horno, a la sal… siendo también un pescado muy apreciado para consumir crudo en los tradicionales ceviches. Como comentábamos, se trata de un pescado blanco, por lo que su contenido en grasas es bajo, inferior al 2%, interesante aportación de ácidos grasos Omega 3, proteínas, fósforo, calcio y hierro, proporciona alrededor de 75-90 kcal. por cada 100 gramos.
En nuestro país es abundante en Andalucía y la Comunidad Valenciana, se puede encontrar corvina fresca y congelada, según el tamaño de la pieza se comercializa entera o cortada en rodajas, filetes, etc. Cabe destacar que la corvina se ha convertido en una especie de acuicultura, iniciada en Francia e Italia, ahora también tiene lugar en España, en granjas en el mar, desde Andalucía hasta Catalunya.
Sobre su precio, este pescado blanco no es caro, obviamente está más cotizada la corvina salvaje que la de acuicultura, del mismo modo que se aprecia más la textura y el sabor de la primera. Pero todo es probar y encontrar un pescado que satisfaga nuestras necesidades nutricionales y por supuesto, nuestro paladar.