Como existen distintos tipos de galletas, hay una gran variedad de éstas que se pueden considerar clásicas, a las que hoy nos referimos son a las galletas rectangulares con el borde rizado, del estilo de las Petit Beurre, seguro que la mayoría de vosotros ha comido infinidad de estas galletas después de sumergirlas en la leche, en el desayuno o la merienda, durante la infancia. Buenos recuerdos. ¿Y qué tal si las volvemos a poner sobre la mesa pero haciéndolas en casa?, nosotros hemos renovado uno de nuestros corta pastas para ello.
Es el que veis en la foto, un corta pastas para galletas clásicas más cómodo que el anterior que era simplemente el contorno metálico, este además de cortar la masa, hace los típicos agujeritos en la parte superior y expulsa la masa pulsando un botón.
Es del estilo de este cortapastas con expulsor, como nos dio buen resultado hemos ido a por otro modelo, este para hacer galletas rectangulares y con bordes ondulados. No sólo puede ser una motivación hacer las galletas tradicionales, también motiva dar una sorpresa a los nuestros escondiendo otros sabores en unas galletas de formato clásico. ¿No os parece?
Ya tenemos pensada la receta con la que vamos a intentar conquistaros para que sigáis trabajando en la repostería casera, será una receta de galletas sencilla, fácil de hacer y de las que te cueste repetir por lo peligroso que es tener unas galletas tan ricas y tener que resistirse sólo a comer tres o cuatro al día.
Con respecto al molde para galletas que os mostramos, también lo podréis encontrar fácilmente en vuestra tienda habitual de utensilios de cocina, hay distintas marcas que tienen este modelo de cortapastas rectangular, rizado y con expulsor. Pero mirad bien antes de comprar, comparad precios y calidades si también queréis una buena relación calidad-precio. Este nos ha costado 2’90 euros y es de Ibili, y hemos visto el mismo en un par de tiendas online, en una por un euro más y en otra casi llega a los 6 euros. Seguimos sin entenderlo.