Hace unos días os hablamos del programa de la sección de cine culinario del Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale 2016, en el que se contempla el estreno de la serie-documental Cooked del escritor especializado en alimentación Michael Pollan, autor de bestsellers como En defensa de la comida, El dilema del omnívoro, La botánica del deseo o Un lugar propio y una segunda naturaleza.
Cooked es una serie documental dirigida por Alex Gibney que se compone de cuatro episodios, en cada uno es protagonista uno de los cuatro elementos, fuego, agua, aire y tierra. Parece ser que en Berlinale se podrán ver Aire y Fuego, según pudimos leer en el programa. Después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Berlín el 16 de febrero, la serie completa Cooked estará disponible en Netflix a partir del 19 de febrero a las 09:01 horas.
Si no conocéis Netflix, comentar que básicamente se trata de un servicio de entretenimiento en el que la empresa estadounidense Netflix Inc. comercializa contenidos multimedia (películas y series de televisión principalmente) a través de internet o de DVDs y bajo demanda, propone una suscripción mensual con tarifa plana y los contenidos se pueden ver cuando se desee.
Cooked se basa en el libro de Michael Pollan con el mismo título, publicación que fue traducida al español con el título Cocinar. La obra realiza un recorrido por los distintos métodos de cocción, cómo han favorecido a la evolución de la humanidad, y cómo han evolucionado, instando al lector-espectador a recuperar las tradiciones que se han quedado en el camino.
En cada capítulo de Cooked se profundiza en uno de los elementos, aire, agua, fuego y tierra, y de cada uno se exploran los métodos de cocción utilizados, tanto los antiguos como los modernos, así como la acción que cada elemento puede tener sobre los alimentos. Según Michael Polan en la serie se llega más allá de lo que se pudo hacer en el libro.
Sobre estas líneas podéis ver el tráiler de Cooked de Michael Pollan, quien define el acto de cocinar como un acto de generosidad y amor, y ciertamente, todos tenemos el recuerdo de alguien cocinando para nosotros, y aunque la comida se considera una institución humana, se ha perdido el contacto con cómo llega esa comida al plato.
Se ha dejado en manos de la industria, y por supuesto, ésta no cocina para nosotros como lo hicieran nuestras madres o abuelas, no sólo pensando en la calidad del producto, en el sabor o en la riqueza nutricional, la industria socava día a día la cocina llevando a la sociedad a la pérdida de conocimientos que hasta no hace tanto, se transmitían de generación en generación.