La EFSA acaba de anunciar que existen riesgos por contagio de la Encefalopatía Espongiforme Transmisible de cabras y ovejas en los humanos. Esta enfermedad, concretamente una de sus variantes, fue conocida en todo el mundo como ‘mal de las vacas locas‘ o EEB (encefalopatía espongiforme bovina) y con ella sí se constató el riesgo de transmisión en seres humanos.
Sin embargo, en lo que respecta a las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles o EET que afectan a cabras y ovejas, no se había detectado hasta ahora la posibilidad de contagio. La EFSA manifiesta que el consumo de leche o derivados lácteos proveniente de los animales mencionados con esta enfermedad podría ser hipotéticamente el vehículo de contagio.
La EET, tembladera o scrapie, es una enfermedad de carácter neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de los animales, esta es una enfermedad que se conoce desde hace más de 250 años y que afecta a casi todos los países del mundo salvo Nueva Zelanda y Australia, países donde no se ha detectado. Algo distinto ocurrió con el mal de las vacas locas, enfermedad que comenzó a hacer estragos en 1986, diez años más tarde se detectaba en los seres humanos la nueva variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob relacionada con el mal de las vacas locas.
En el caso del scrapie, la EFSA indica que hasta el momento no se ha detectado ningún caso en el que este tipo de encefalopatías espongiformes, salvo la que afecta al ganado bovino, se contagiara a los seres humanos, así lo indica uno de los responsables de la investigación, el presidente del Comité de Amenazas Biológicas de la EFSA Dan Collins. Resulta entonces extraño que se anuncie el riesgo de contagio, es como abrir una puerta para dar a conocer próximamente nuevos resultados. Quizá sí se han producido pero no han sido detectados como tal o simplemente la enfermedad en el ser humano no se ha relacionado con la EET, de todos modos es sólo una posibilidad y queda mucho por investigar.
La verdad es que si se constatara la posibilidad de contagio, los productores se verían afectados económicamente, sobre todo por la desconfianza de consumir productos obtenidos de cabras y ovejas.
Por el momento la EFSA ha recomendado que se incrementen las investigaciones en las variantes de la EET y concretamente estudiar la incidencia de los priones (agregados supramoleculares (glucoproteínas) acelulares, patógenas y transmisibles, responsables de las enfermedades del sistema nervioso en los animales o EET) en la leche.
Cabe destacar que los investigadores de la EFSA indican que una opción para prevenir y evitar un posible contagio en el caso de que pudiera darse, sería criar ovejas que presentaran mayor resistencia a esta enfermedad.
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