El pasado 4 de mayo se realizó una convocatoria para participar en una consulta pública de la OMS en relación a las directrices para la ingesta de grasas saturadas y grasas trans en niños y adultos. Actualmente, el Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS está actualizando los objetivos de consumo de nutrientes de la población para la prevención de enfermedades no transmisibles, principal causa de muerte en la población de la que destacan las enfermedades cardiovasculares que fueron la principal causa de mortalidad en 2016, siendo responsables de casi la mitad de todas las muertes en la categoría de enfermedades no transmisibles (ENT).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que se consuma como máximo un 10% de calorías procedentes de grasas saturadas, porcentaje que se reduce al 1% en relación a las grasas trans. El objetivo de las directrices es reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en niños y adultos, hay que decir que esta organización está actualizando varias de sus directrices sobre los objetivos de la ingesta de nutrientes en la población, para la prevención de enfermedades no transmisibles, directrices que se establecieron en 1989 y que fueron actualizadas en el año 2002, por lo que ya toca una nueva actualización.
El periodo de comentarios que se ha abierto y que finalizará el próximo día 1 de junio, tiene el cometido de facilitar a todas las partes interesadas que puedan aportar su opinión y comentar acerca del proyecto de directrices. Quienes estén interesados en trasladar sus comentarios deberán cumplimentar el correspondiente formulario que podrán encontrar aquí, la OMS comenta que para poder tener en cuenta las opiniones sobre el borrador de las Directrices de la OMS, el formulario deberá estar perfectamente cumplimentado, la falta de un solo dato desestimará la opinión.
Como sabemos, las grasas saturadas se encuentran en alimentos de origen animal como pueden ser la carne, la leche, la mantequilla, la yema de huevo, etc., también están presentes en algunos alimentos que derivan de las plantas, como las nueces, el aceite de coco, el aceite de palma o la manteca de cacao entre otros. Los ácidos grasos trans pueden estar presentes de forma natural en la carne y en los productos lácteos procedentes de animales rumiantes, aunque también pueden producirse de forma industrial a partir de procesos como la hidrogenación parcial de los aceites vegetales, encontrándose en productos como los alimentos fritos u horneados, galletas, pasteles, snacks y otros alimentos procesados y ultraprocesados.
Una alta ingesta de ácidos grasos saturados y ácidos grasos trans son una de las principales causas de sufrir enfermedades no transmisibles y muerte, en este sentido, la OMS comenta que para prevenir estos problemas basta con seguir una dieta sana y equilibrada, que esté basada en alimentos vegetales (frutas y verduras), con un aporte en carbohidratos que no proceda de productos refinados, que sean bajas en azúcares y libres de sal, por supuesto, también es necesario realizar ejercicio físico de forma regular y evitar el consumo de alcohol y tabaco. Una persona adulta activa tiene una necesidad energética que ronda las 2.500 calorías por día, lo que supone que 250 calorías proceden de las grasas saturadas, lo que equivale a algo menos de 30 gramos de este tipo de grasa.
Esta cantidad se podría alcanzar con la ingesta de unos 150 gramos de queso con un 30% de materia grasa, un litro de leche entera, 50 gramos de mantequilla o 50 gramos de aceite de palma. Es decir, es interesante leer las etiquetas nutricionales y controlar el volumen total de grasas saturadas y grasas trans que se puede llegar a consumir diariamente a fin de reducir el riesgo de sufrir una enfermedad no transmisible.
Durante el plazo abierto de consulta, el proyecto de directrices será sometido a una revisión por pares (método habitual para validar trabajos en relación a la calidad, rigor científico, factibilidad, etc.) por un grupo de expertos externos. Una vez finalizada la revisión y la consulta pública, el Comité de Revisión de las Directrices de la OMS finalizará y revisará las pautas para su aprobación final antes de realizar la publicación oficial, esta directriz se sumará a otras ya actualizadas como las que aluden a la ingesta de azúcares, sodio y potasio.
Podéis conocer todos los detalles de la consulta pública a través de este enlace, en este otro (Pdf) podréis consultar el borrador sobre la ingesta de ácidos grasos saturados y ácidos grasos trans en adultos y niños.
Foto 1 | Spin Spin
Foto 2 | DJ-Dwayne [Returning in 2015/16]