Según los resultados de una investigación realizada por expertos del Centro de Investigación de Nutrición Humana Grand Forks, perteneciente al Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), es posible construir un patrón dietético saludable utilizando alimentos ultraprocesados.
Los expertos explican que una dieta puede ser saludable aunque más del 90% de las calorías provengan de los alimentos ultraprocesados, asegurando que su estudio es una prueba de concepto que muestra una visión más equilibrada de los patrones de alimentación saludable, donde el uso de este tipo de productos puede ser una opción. Pero esta afirmación puede ser un arma de doble filo que podría promover productos alimenticios que no merecen ninguna promoción.
Según las recomendaciones dietéticas actuales, el contenido de nutrientes de un alimento y su lugar en un grupo de alimentos, es más importante que la medida en que se procesó un alimento. En este trabajo, los investigadores querían comprobar si era posible construir una dieta saludable a partir de los alimentos ultraprocesados, para ello crearon un menú completo con desayuno, comida, cena y tentempiés, para seleccionar los alimentos ultraprocesados utilizaron la escala NOVA, sistema que clasifica los alimentos en cuatro grupos según su grado de procesamiento, Grupo 1: Alimentos no procesados, Grupo 2: Alimentos mínimamente procesados, Grupo 3: alimentos procesados, y Grupo 4: alimentos ultraprocesados.
Los expertos utilizaron la guía MyPyramid para la elaboración de un menú completo para siete días y una media de 2.000 calorías, esto es algo que sorprende porque esta guía está desfasada, se utilizó en Estados Unidos hasta el año 2011 y fue sustituida por MyPlate. Aquí podéis leer que “Algunos afirman que el USDA estuvo y está indebidamente influenciado por la presión política ejercida por los cabilderos de las asociaciones de producción de alimentos, en particular, lácteos y carne. Algunos nutricionistas y críticos encontraron MyPyramid demasiado complicado y difícil o imposible de enseñar.”
Los alimentos que se utilizaron para el diseño del menú semanal fueron categorizados como ultraprocesados por, al menos, dos clasificaciones NOVA, también se utilizaron alimentos acordes con las recomendaciones de la DGA de 2020 (Dietary Guidelines for Americans o Pautas Dietéticas para Estadounidenses), para raciones de frutas, verduras, cereales, alimentos con proteínas y lácteos. Los expertos seleccionaron productos alimenticios que tenían los niveles más bajos de grasas saturadas y azúcares añadidos y, al mismo tiempo, contenían suficientes micronutrientes y macronutrientes.
Para la evaluación de la calidad de la dieta se utilizó el índice de alimentación saludable (Healthy Eating Index (HEI)), métrica de puntuación que se puede utilizar para determinar la calidad general de la dieta, así como la calidad de varios componentes de la dieta. El menú semanal desarrollado obtuvo en el mencionado índice una puntuación de 86 sobre 100, y aunque se alcanzaron las mayorías de las metas, se apunta que se sobrepasó un poco el contenido en sodio y la cantidad de cereales integrales fue menor a la que aparece en las recomendaciones para una dieta saludable.
El estudio está limitado por su diseño, ya que sólo crea un menú de muestra para seguir un patrón dietético acorde a las ‘Pautas Dietéticas’ para estadounidenses y mientras se consuman principalmente alimentos clasificados por la escala NOVA como ultraprocesados. Los expertos explican que seguirán investigando, entienden que el estudio observacional indica que los productos ultraprocesados podría estar asociados con resultados adversos para la salud. En realidad no se debería decir podrían, ya que está demostrado que sí están asociados a problemas de salud, se puede citar como ejemplo este primer estudio de la de la Universidad de Tufts y de la Universidad de Harvard, en el que se apunta que los alimentos ultraprocesados incrementan el riesgo de cáncer colorrectal en los hombres, aunque este estudio posterior concluye que pueden incrementar el riesgo de cualquier tipo de cáncer.
Los investigadores explican que este trabajo muestra que existe un papel para una variedad de alimentos a la hora de desarrollar una dieta saludable, por lo que se necesita más investigación y, en especial, estudios de intervención. Además de consultar este artículo del ARS, podéis conocer los resultados del estudio al completo a través de la revista científica The Journal of Nutrition.