Hace unos días compramos en la frutería unos tomates cherry que ellos solitos te pedían que les llevaras a casa, así que teniendo cantidad hemos pensado en hacer conserva de tomates cherry en aceite de oliva, para así disponer de ellos cuando deseemos.
Igual nos servirán para incorporarlos en un plato de pasta, una ensalada, unos aperitivos o formar parte de la guarnición de carnes y pescados.
Esta conserva de tomates cherry en aceite de oliva es muy básica, los hemos hecho semisecos en el horno con pocos aderezos, otras veces le incorporamos especias que los hagan un poco picantes o más hierbas aromáticas, incluso asándolos con un oloroso después proporcionan un saborcito delicioso.
La elaboración es muy sencilla, lavamos los tomates, los secamos y los cortamos por la mitad. Los disponemos en la bandeja de horno sobre papel de aluminio o sulfurizado y espolvoreamos, azúcar, sal, pimienta negra y tomillo, un hilo de aceite e introducimos en el horno a 100º C durante 2 horas aproximadamente. Si los quieres los tomates cherry más secos, los dejas más tiempo y listo, o si los quieres menos hechos basta con reducir el tiempo de secado.
Una recomendación para participar en el ahorro energético es apagar el horno un ratito antes de que estén a tu gusto, dejando los tomates cherry en el horno y aprovechar así el calor residual.
Una vez que los tomates estén listos, déjalos enfriar y prepara los tarros de conserva, que deberán ser herméticos y estar esterilizados. Introduce los tomates cherry en los tarros y cubre con aceite de oliva. En este punto puedes añadir más tomillo, pimienta en grano o lo que desees.
Si quieres conservar los tomates cherry varios meses, deberás cocer los tarros al baño maría durante 20-30 minutos contando desde que el agua entra en ebullición.
Recuerda que el aceite de la conserva será después un perfecto aliño para una ensalada.