Los productos congelados han demostrado ser tan nutritivos como los productos frescos, a veces incluso más, podemos recordar lo que se concluyó en el estudio del que os hablamos en el post ‘Frutas y verduras congeladas, ¿más nutritivas que el producto fresco?‘ Lo cierto es que las cualidades organolépticas de un alimento fresco y un alimento congelado son distintas, pero también hay que poner en valor que las verduras y hortalizas congeladas, además de ser una opción saludable, nos facilitan hacer una comida rápida, económica, nutritiva y sabrosa.
La comodidad de abrir una bolsa de judías verdes es muy valorada por quienes quieren comer bien, cocinando en casa, y no tienen tiempo de lavar esta verdura, cortar las puntas, retirar las hebras… La diferencia de precio de las judías verdes frescas y las congeladas también es abismal, y eso que en el producto congelado no hay desperdicio.
No hace muchos años, consumir verduras y hortalizas congeladas se veía mal, pero hoy en día se puede considerar la mejor elección de la sección de los congelados, pues lo que ha aumentado lamentablemente es la oferta de productos listos para comer, congelados que sólo hay que calentar y servir, y ya sabemos que estos productos suelen estar ultraprocesados y no se deben contemplar para un consumo diario, ni siquiera habitual.
Así que desterrado el mito de que los alimentos congelados no son tan buenos como los frescos, que han perdido muchos nutrientes o que es mejor comprar alimentos frescos y congelarlos en casa (ni por asomo), vamos a conocer algunos consejos útiles para comprar, conservar y cocinar las hortalizas y verduras congeladas, también válido para las frutas, arándanos, fresas, frambuesas, piña…
1. Comprar verduras congeladas
Los productos congelados deben cogerse al final de la compra para que estén fuera del congelador el mínimo tiempo posible. Se debe utilizar una bolsa o carrito térmico para trasladarlos del supermercado a casa.
Como son un producto envasado, debemos revisar la etiqueta y comprobar que las verduras y hortalizas son el único ingrediente, que no contengan aditivos ni conservantes innecesarios.
Hay que verificar que la bolsa o caja de las verduras congeladas está en perfecto estado, sin roturas que hayan permitido la entrada de aire, y también conviene revisar la fecha de caducidad, aunque los congelados tienen una vida útil larga, nunca está de más asegurarse.
Si es posible palpar el producto, se puede observar que las verduras están sueltas y no compactas en bloques, ya que esto puede indicar que se han descongelado aunque sea parcialmente, y se ha vuelto a congelar.
Elegir paquetes de hortalizas y verduras del tamaño que sepamos que vamos a gastar y no vamos a tener que guardar demasiado tiempo.
2. Cocinar verduras congeladas
Las verduras y hortalizas congeladas no se deben descongelar antes de cocinarlas, la mayoría están preparadas para ello, listas para cocinar directamente del congelador. Si se descongelan, pueden ver afectada su textura, quedarían más blandengues.
Se pueden cocinar de distintas formas, con diferentes técnicas, hervidas, al vapor, en microondas, salteadas… Las cocciones más rápidas hacen que se pierdan menos nutrientes, y como son verduras que están blanqueadas, se cocinan rápidamente. En caso de hervir las verduras, conviene hacerlo por muy poco tiempo y aprovechar el agua de la cocción, a la que se transfieren parte de los nutrientes.
Según la receta que se vaya a hacer con las verduras congeladas, se deberá ajustar la cantidad de líquido que se añade, pues las verduras soltarán algo de agua mientras se cocinan. Y precisamente por el contenido en agua, es recomendable condimentar con sal, especias o hierbas aromáticas casi al final de la cocción, así se preserva y se disfruta más de su sabor.
3. Almacenamiento y conservación
Lo primero que hay que guardar al llegar de la compra a casa, es cualquier producto congelado, ya sabemos por qué, cuanto menos tiempo pasen fuera del congelador, mejor se conservarán.
No es necesario cambiar el envase del fabricante cuando guardamos los congelados en nuestro congelador, una vez abierto el paquete, si no se usa todo el contenido, sí se puede y se recomienda transferir a una bolsa con cierre hermético o un recipiente similar, para evitar que se formen cristales de hielo.
Las verduras congeladas tienen fecha de caducidad y debe estar indicada en el envase, así que hay que tenerlo en cuenta. Normalmente se recomienda consumirlas dentro de los seis meses desde su procesamiento.
Concluyendo, las verduras y hortalizas congeladas son una opción excelente para quienes desean mantener una alimentación saludable y tener fácil la práctica culinaria, para el día a día no hay nada mejor que cocinar en casa. Hay que aprovecha las ventajas de los congelados para tener siempre a mano ingredientes frescos, listos para preparar comidas deliciosas y nutritivas, sin complicaciones y adaptadas al ritmo de vida actual.
Crédito imágenes | Depositphotos