Consejos para guardar y conservar los alimentos en el frigorífico de forma óptima

Los recursos que tenemos para afrontar nuestro día a día en la cocina nos lo ponen todo demasiado fácil, aun así, hay cuestiones que se pueden mejorar porque no las realizamos de forma eficiente, sea por desinterés o por desconocimiento. Hoy vamos a abordar el tema del almacenamiento y conservación de los alimentos en el frigorífico, así que continuad leyendo.

Hay una frase muy popular que es bien cierta, y es que cuesta lo mismo hacer las cosas bien que hacer las cosas mal, así que, lo mejor es hacerlas bien, de este modo se ahorra hacer las cosas dos veces y se obtienen el máximo de beneficios, así que tomad nota de estos consejos para guardar y conservar los alimentos en el frigorífico de forma óptima.

Con ello, además de evitar un deterioro prematuro de los alimentos, estaréis prolongando su vida útil y preservando su calidad nutricional. Estos consejos también ayudarán a reducir el desperdicio de alimentos, a prevenir el riesgo de intoxicaciones alimentarias y mejorar la eficiencia energética.

Limpieza del frigorífico

El primer paso para organizar un frigorífico es retirar todo lo que hay en su interior y limpiarla profundamente. Conviene retirar repisas y cajones para que la limpieza sea total, incluidas las guías y paredes interiores.

Se puede limpiar con el producto que se prefiera, asegurándose de que va a eliminar bacterias y olores no deseados. Este paso también ayudará a revisar todo lo que tenemos almacenado y revisar la fecha de consumo o de caducidad para organizarlos de forma que se consuman primero los más viejos y así evitar tener que tirarlos.

La temperatura

La temperatura media que se recomienda mantener en el frigorífico es de unos 4º C, ahora bien, no todos los alimentos se conservan adecuadamente a la misma temperatura, por ello, hay frigoríficos que tienen zonas más frías, para carnes y pescados que se recomiendan conservar a temperaturas de entre 1º C y 4º C, y zonas menos frías para hortalizas y frutas, que se pueden conservar a temperaturas de entre 4º C y 8º C.

Recuerda ajustar la temperatura del frigorífico según la estación del año. En verano puede ser necesario enfriar un poco más, tanto por la temperatura como por tener más alimentos en su interior, que en invierno.

Distribución por zonas

La puerta del frigorífico es la parte más cálida del frigorífico y la que sufre más cambios de temperatura, por lo que es ideal para condimentos, salsas, mermeladas y bebidas.

Los cajones están pensados para la conservación de frutas y verduras, por eso, muchos frigoríficos tienen cajones con algún sistema de control de humedad, de temperatura, etc.

La parte inferior del frigorífico es la más fría, por lo que es adecuada para conservar carnes y pescados frescos.

En la parte central del frigorífico la temperatura es la media, y es donde se pueden conservar los huevos, los embutidos, las fiambreras con alimentos cocinados, etc.

En la parte superior es donde la temperatura es más suave y es perfecta para productos lácteos, bebidas y alimentos que no necesiten cocción.

Es importante separar los productos elaborados y tratados térmicamente, como los restos o sobras de comida, o la comida elaborada (batchcooking) de los no procesados y de los productos frescos.

Almacenamiento adecuado

Usa recipientes herméticos o bolsas tipo Ziploc para conservar los alimentos y evitar la contaminación cruzada.

Envuelve los alimentos que sea necesario con film de cocina o similar para evitar que se estropeen y para protegerlos de olores.

No guardes los alimentos que están empezados en las latas de conserva o en otros recipientes que no sean tarros de cristal, las latas y demás no son un contenedor de alimentos.

Etiqueta los alimentos que estén empezados o que hayas procesado con la fecha en la que se guardan para tener mayor control y consumirlos antes de que se estropeen.

Utiliza organizadores de frigorífico para mantenerlo más ordenado y optimizar el espacio.

Recuerda

No es recomendable sobrecargar el frigorífico, porque no enfriará de manera uniforme, conviene dejar espacio entre los alimentos para que el aire circule adecuadamente.

Colocar los alimentos que se deban consumir antes en la parte delantera del área del frigorífico que le corresponda, teniéndolos a la vista es más fácil que no se pasen de fecha. También aplicable a la revisión periódica de los productos alimenticios que no sean de consumo tan habitual.

Antiguamente se recomendaba no guardar las comidas calientes en el frigorífico porque alteran la temperatura interior, pero hoy en día están más preparados y si no es un volumen muy grande, se puede guardar una fiambrera caliente sin problema. La comida cocinada a temperatura ambiente es perfecta para el desarrollo de las bacterias.

Limpiar el frigorífico regularmente para evitar olores y acumulación de bacterias. Los alimentos crudos, incluidos los vegetales, pueden alojar microorganismos en nuestro frigorífico, por lo que sería ideal limpiarla cada vez que se trae nueva compra. Prestar especial atención a la huevera.

Crédito imágenes | Depositphotos

Artículos relacionados