Por más utensilios modernos, en cuanto a diseños y materiales, salgan al mercado, nunca podremos prescindir de una cuchara de madera para cocinar, y evidentemente no somos los únicos, aunque en nuestra cocina hayamos hecho hueco también a cucharas o espátulas de otros materiales, como la silicona, el acero inoxidable, el nylon… La madera transmite calidez a las manos del cocinero, pero no calor, la calidez es la sensación que nos aportan los materiales naturales, y precisamente la cuchara de madera es muy resistente al calor y no es conductora del mismo.
Además, es amable con ollas y sartenes, no las raya aunque se esté removiendo la comida durante toda su cocción. También trata bien a los alimentos, no tiene bordes cortantes ni demasiada dureza, y otra virtud de este utensilio es que no reacciona químicamente con los alimentos ácidos o con ollas de metal, como puede suceder con otros materiales.
A pesar de que las cucharas de madera lleven siglos en las cocinas domésticas, no siempre se mantienen de forma correcta. La madera es un material poroso y además susceptible a que se raye con otros utensilios, a que se agriete con el tiempo… esto hace que sean un utensilio también susceptible a acumular suciedad y humedad, siendo un lugar favorable para el crecimiento de microorganismos.
Es por eso que no estará de más que recordemos algunos consejos básicos para mantener las cucharas de madera, y hablamos en plural porque en nuestra cocina no se utiliza una, sino varias, con distintas formas y tamaños para las distintas cosas que cocinamos. Debemos reconocer que para batir ingredientes en un bol si utilizamos otros utensilios como la espátula maryse o lengua.
Cabe destacar que cuando se habla de cucharas de madera para cocinar, se puede estar haciendo referencia a cucharas elaboradas con maderas de distinta procedencia, y por lo tanto, hay distintas calidades. Personalmente recomendamos obviar las que tienen muy bajo precio, que actualmente abundan, pues no suelen ser de calidad ni duraderas. Algunas de las maderas más recomendadas para hacer utensilios de cocina son las de olivo, de roble o de arce.
A la hora de comprar una cuchara de madera conviene elegir las que tengan una forma y tamaño adecuado a nuestras necesidades, y que sean lisas, pues si tienen grabados o formas que generen rincones, se favorece que sean espacios en los que se acumulen restos de alimentos y humedad, y por lo tanto, se facilita un foco para el crecimiento de microbios.
Para mantener las cucharas de madera (difícilmente estarán como el primer día, pero ahí también está su magia, su aspecto delata cuántos guisos lleva en nuestra cocina), con el objetivo de evitar que acumulen microorganismos y que se estropeen, vamos a ver algunos consejos básicos:
Lavar los utensilios de madera nada más terminar de utilizarlos, hacerlo a mano, con agua tibia y un jabón líquido o lavavajillas no abrasivo.
No dejarlos en remojo para evitar el crecimiento bacteriano y además que se inflen (por absorción del agua) y en consecuencia, que se estropeen.
No lavarlos en el lavavajillas, pues es un continuo remojo y además la elevada temperatura favorece su deterioro.
Una vez lavados, secarlos con un trapo y dejar que terminen de secarse al aire antes de guardarlos.
Es preferible guardar los utensilios de madera al aire, colocados en un portacubiertos de pie, quedando holgados o con ventilación, en lugar de en un cajón.
De vez en cuando se pueden frotar las cucharas de madera (y otros utensilios) con aceite de oliva, de este modo se forma una película que protege la madera y mejora su aspecto.
Seguramente vosotros podéis proporcionar algunos consejos más para conservar y cuidar nuestras preciadas cucharas de madera, siempre serán bien recibidos por todos los que necesitamos esta humilde herramienta para cocinar.
Foto | Procsilas