ConAgra Foods es una compañía estadounidense que cuenta en su cartera con una amplia gama de alimentos, aceites de cocina, mantequilla de cacahuete, platos congelados, comidas preparadas, chocolates, etc. Este gigante de la alimentación también se ha sumado al uso del etiquetado transgénico, en una breve nota de prensa publicada en su página web confirma que va a etiquetar los alimentos que contengan materias primas transgénicas a nivel nacional a partir del próximo 1 de julio, coincidiendo con la entrada en vigor de la ley del etiquetado transgénico en el Estado de Vermont.
En muy pocos días son cuatro las grandes compañías alimentarias que han anunciado la decisión de utilizar el etiquetado transgénico, General Mills, Kellogg’s, Mars y ahora ConAgra Foods, aunque la primera en anunciar esta decisión fue Campbell Soup Company, compañía que se dedica al mundo de las sopas preparadas. Ya son cinco compañías las que han tomado esta decisión, y esto parece que no ha hecho más que empezar, posiblemente otras empresas anunciarán también el uso del etiquetado que identifica a los alimentos modificados genéticamente.
A diferencia de las compañías citadas, ConAgra Foods no ha dado muchos detalles sobre su decisión, simplemente comenta que para la empresa es muy importante la seguridad y salubridad de sus productos, incluyendo aquellos que contienen materias primas genéticamente modificadas. Considera que es necesario que los consumidores estén informados sobre lo que hay en sus alimentos, facilitando que puedan ejercer su derecho a saber y tomar las decisiones que más les convengan. Explica que etiquetar los alimentos sólo para Vermont es inviable económicamente, ya que provocaría un sobre coste importante para la compañía y los consumidores, por ello opta por el etiquetado a nivel nacional.
Otra empresa más que delata que el etiquetado no provocaría el incremento del precio de los productos como han estado repitiendo hasta la saciedad, y en bloque, muchas de las empresas que forman parte de la Asociación de Fabricantes de Alimentos de Estados Unidos (Grocery Manufacturers Association), incluida ConAgra Foods. La compañía comenta que dado que en varios Estados del país actualmente quieren que se apruebe una legislación para identificar los alimentos transgénicos, considera que es prioritario (del mismo modo que ya lo han comentado las otras compañías alimentarias antes citadas) que se orqueste una legislación a nivel nacional unificando todas las iniciativas y evitando que en cada Estado se soliciten requisitos diferentes.
Empresas que hasta hace poco formaban parte de un lobby anti-etiquetado transgénico, que han aportado durante algunos años cantidades de dinero muy considerables para evitar que los estadounidenses puedan ejercer su derecho a saber y si los alimentos que adquieren son transgénicos, han cambiado de postura tras ver que todas las iniciativas que han llevado a cabo para impedir dicho etiquetado han fracasado. Para hacernos una idea, merece la pena saber que este lobby anti etiquetado transgénico invirtió 23.255.000 millones de dólares en el año 2013 para evitar que se aprobara una legislación para la identificación de los alimentos modificados genéticamente, en el año 2014 la inversión casi se triplicó alcanzando nada menos que los 63.656.240 millones de dólares, en sólo dos años se habían invertido 86.900.000 millones de dólares, supuestamente el año pasado la cifra se elevó mucho más.
Aún quedan muchas compañías que hasta la fecha han rechazado este etiquetado, pero da la impresión de que este lobby se está disolviendo a marchas forzadas, no será extraño que en los próximos días conozcamos la decisión de otras compañías alimentarias de etiquetar los alimentos transgénicos. Como ya explicamos en su momento, esta era una lucha de David contra Goliat, la industria de la biotecnología, la industria alimentaria y el lobby mencionado lograron empequeñecer los recursos de quienes querían el etiquetado transgénico, a raíz de los acontecimientos de los últimos meses y especialmente después del rechazo de la Ley Oscura del etiquetado de los alimentos transgénicos por el Senado de Estados Unidos, se puede decir que David ha ganado la batalla contra Goliat.