Durante algunos años hemos recomendado adelantar las compras de Navidad por varios motivos, garantizar que dispondremos de los alimentos deseados para engalanar nuestra mesa, evitar las largas colas y esperas que se producían en los días previos a las celebraciones, y sobre todo, no encarecer significativamente (y de forma abusiva) la cesta de la compra. Pero la estrategia de los supermercados para vender más se moldea según las necesidades y tendencias de compra, ahora comprar antes de Navidad ya no resulta tan económico.
Quienes acuden semanalmente a los centros de distribución, podrán constatar que semana tras semana los precios de alimentos relacionados con la Navidad han ido aumentando levemente, nosotros lo hemos constatado con el cordero, el cabrito, el pulpo y otros productos que se pueden congelar y mantener hasta las fechas señaladas. El incremento de precio es una constante, y hay algunos productos etiquetados en los que ni se preocupan de retirar el antiguo precio y se evidencia el aumento. Por supuesto no hay razones para ello, no se producen fluctuaciones o elementos distorsionadores en la oferta y la demanda, salvo la cercanía de la Navidad.
Comprar antes de Navidad ya no resulta tan económico pero podemos seguir ahorrando dinero, ya que ese incremento no es tan abrumador como el que se produce en las fechas más próximas a la Navidad, pero las cadenas de distribución no dejan pasar la oportunidad para poder incrementar el margen de beneficios un poco más de lo habitual conociendo las tendencias de consumo y sabiendo que la crisis económica propicia las compras anticipadas.
Los consumidores realizan compras más inteligentes, y la planificación de la lista de la compra se realiza con tiempo, este obstáculo para las tiendas y cadenas de distribución no se puede sortear a la ligera, no pueden incrementar los precios de los alimentos hasta alcanzar unos márgenes prohibitivos, pero sí realizan subidas de precio paulatinas que en muchos casos parecen pasar inadvertidas. Uno de los ejemplos que mencionábamos es el pulpo, durante el último mes, hemos podido constatar que semanalmente el precio ha aumentado entre uno y dos euros, del mismo modo, las paletillas de cordero, el cabrito o los pollos de corral entre otros, también han visto aumentado su precio. Como decíamos, para no levantar la liebre, la subida es constante pero no muy significativa, ya quisieran poder aumentar los márgenes a los niveles habituales del periodo navideño.
Pronto tendremos acceso a los datos del IPOD de Noviembre 2011 y en esta ocasión, además de analizar las fluctuaciones de precios en frutas y verduras, realizaremos una comparativa del precio de los productos cárnicos. Para que nos hagamos una idea, según el IPOD de octubre 2011, el cordero en origen tenía un coste de 4’64 euros/kilo y los consumidores lo pagábamos a 10’14 euros/kilo, es decir, la diferencia porcentual era de un 119%, pues bien, ahora podemos encontrar el cordero a diferentes precios, si son chuletas el kilo tiene un coste de 15’90 euros, la pierna de cordero tiene un coste de 11 euros/kilo, una paletilla de aproximadamente un kilo de peso cuesta 12’50 euros, se palpa la subida de precios incluso en los productos que son marca de distribuidor.
Comprar alimentos antes de Navidad ya no resulta tan económico, pero sigue siendo la mejor opción para que no nos hagan pagar los alimentos a precio de oro. Recordemos que el año pasado, los precios se incrementaron hasta un 50%, si queremos ahorrar, será necesario empezar a comprar, por supuesto utilizando las reglas de oro que permiten superar las estrategias de los supermercados y centros de distribución, preparar una lista de la compra con lo que necesitamos y ceñirnos siempre a ella, olvidarnos de que es necesario llenar el carrito de la compra hasta que rebose, buscar, comparar y elegir los productos que más nos interesen, etc.
Foto | Anthony Albright
1 comentarios
A tener en cuenta. Será cuestión de empezar a comprar.