Cuando hacemos bizcochos, magdalenas, galletas… una vez retirados del horno lo recomendable es facilitar que se enfríen colocándolos sobre una rejilla. No sólo conviene hacerlo con las galletas al retirarlas de la bandeja del horno o con las magdalenas al sacarlas del molde rígido, también hay que favorecer que los moldes de bizcocho o las bandejas con repostería que no se pueda tocar hasta que se enfríe, pierda la elevada temperatura que ha adquirido en el horno cuanto antes.
Las rejillas suelen ser el elemento utilizado para ello, pues permiten que por la base del producto horneado circule aire de la misma forma que por los laterales o por la superficie, pudiendo enfriarse casi de forma homogénea e impidiendo en lo posible que el calor continúe cociéndolo.
Aún así, no hay rejillas de enfriamiento en todas las cocinas (aunque en muchos casos se recurre a la rejilla del horno o a la del microondas), por lo que os queremos mostrar una idea sobre cómo sustituir una rejilla para enfriar repostería recién horneada, podéis verlo bajo estas líneas.
Es una idea muy simple pero útil, se puede colocar el molde de bizcocho o la bandeja del horno sobre dos tazas, vasos o recipientes similares, que proporcionen estabilidad y dejen libre el máximo de la base del recipiente en el que se ha horneado para favorecer su enfriamiento.
Nadie tendrá excusa para colocar su repostería recién horneada en una superficie adecuada para que se enfríe de forma homogénea y con mayor rapidez, todos tenemos tazas y vasos en la cocina, que por cierto, sirven para mucho más que para tomar bebidas, como podéis ver aquí. ¿Recordáis el truco para calentar dos platos en el microondas?