La respuesta a la pregunta ¿cómo serás como consumidor en el año 2020? no es nada fácil, y menos con la incertidumbre en la que vivimos, la situación económica de nuestro país está haciendo que nuestros derechos caminen como los cangrejos… vamos a hablar en relación a la alimentación, como entenderéis, y el futuro, aunque hablemos de un futuro cercano que se encuentra a tan solo siete años, no es más transparente que en la generalización.
Seguimos peleando por nuestro derecho a saber lo que comemos, insistiendo en que se necesita introducir en las escuelas una asignatura de nutrición, intentando promover la alimentación sostenible, promocionar la calidad de nuestros productos que tantas veces se van al exterior y nos dejan con los tomates o las patatas viejas de los países vecinos… y no hablemos del precio de la cesta de la compra, aunque en los últimos meses la cosa parece estar comedida, no queda otra.
Todos somos consumidores, y cada uno tenemos nuestras preferencias a la hora de adquirir los productos que van a llenar nuestra cesta de la compra, dedicamos más o menos tiempo a la cocina… Afortunadamente, parece que la tendencia del consumidor es valorar más la alimentación, diversas encuestas y estudios así lo van resolviendo, los ciudadanos estamos cada vez más interesados en saber qué comemos, de dónde proceden los alimentos, qué beneficios aportan a nuestra salud…
SIRPAC (Sistema Integral en Red para la Prospección, Análisis y Divulgación de Productos de Consumo), a través de su plataforma Mundo Sabor, donde publican estudios relacionados con el consumo y la alimentación, destacaban en los resultados de su encuesta ‘Creencias, comportamientos y tendencias del consumidor español 2020’, que efectivamente, la situación económica actual ha influido mucho en el consumo, pero no aluden a si el precio de los alimentos afecta a la elección.
Su previsión sobre las tendencias de los consumidores para el año 2020 tras realizar un estudio piloto es la mayor preocupación sobre la información que proporcionan los alimentos y productos elaborados, de dónde proceden, la trazabilidad, el aporte nutricional e incluso parece que interesa conocer los aspectos culturales de los alimentos.
Los encuestados también elevaron el valor que se da a la calidad y a la sostenibilidad medioambiental de los productos con los que llenan su cesta de la compra, buscan alimentos locales y están más concienciados sobre el desperdicio alimentario, una lucha de la que llevamos varios meses hablando.
Dentro de la mencionada atención a la calidad de los alimentos y a su función en el bienestar y la salud, la tendencia es que se buscan momentos de calidad para comer sin prisas y disfrutar de la comida, y además innovar, descubrir nuevos alimentos, nuevas combinaciones, nuevos platos… Dado que esto en la mayoría de ocasiones no armoniza con el ritmo de vida que llevamos, para el día a día se buscan productos fáciles y rápidos de preparar, intentando cumplir la máxima de que cocinar y comer algo rápido no está reñido con disfrutar de la comida y que ésta sea sana y equilibrada.
Para muchos consumidores sigue siendo difícil sacrificar parte del tiempo libre para dedicarlo a la compra y preparación de los alimentos, pero siendo conscientes de que los hábitos alimenticios influyen en la salud, se informan y buscan alimentos saludables y elaboraciones sencillas, pocos ingredientes y métodos de cocción simples y beneficiosos para la salud, muchas veces aconsejados por su círculo de amigos o familiares.
El consumidor se preocupa más por tener información de los alimentos o productos que adquiere, por su origen, su procesado, la sostenibilidad y los efectos por la salud, por disfrutar cocinando, después comiendo y además compartiendo, por vivir nuevas experiencias gastronómicas, ¿en qué orden?, nos encantaría conocer vuestra opinión.
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