El baklava es un pastelito turco delicioso, se elabora con pasta filo, frutos secos (principalmente nueces, pistachos y almendras), miel, almíbar… hay distintas variedades de este dulce cuyo origen se remonta a la antigua Mesopotamia, aunque no se conoce con certeza la historia de este dulce, hay distintas teorías pero no hay pruebas de ellas. Lo que se sabe es que el baklava actual es una versión moderna, más fina y delicada que la que se elaboraba en la antigüedad.
Como sabéis, la pasta filo o pasta philo es muy fina y delicada, por lo que se deben poner varias capas para contener su relleno y proporcionar una textura delicadamente crujiente y aireada, cuentan que tradicionalmente se utilizan 33 capas de esta fina masa, en referencia a los años de vida de Jesucristo.
Hablamos de este dulce porque queremos que veáis un breve vídeo que muestra cómo se elabora el baklava en Turquía, o al menos en un restaurante de Gaziantep o Antep (capital de provincia, antiguamente llamada en turco otomano Ayıntab), donde lo llevan elaborando igual desde 1887.
En primer lugar podemos ver cómo elaboran la masa filo de forma manual, estirándola en grandes mesas con sus rodillos hasta dejarla bien fina. Y colocan las capas necesarias para hacer el baklava, además de cortar el borde para darle la forma deseada, en este caso redonda, para poder introducirla en las bandejas en las que el dulce se va a cocer.
Se visten los moldes de baklava con la masa y se reparte el relleno más tradicional, el de pistachos con miel. Y éste se cubre con más masa filo, a continuación se cortan las porciones de forma rectangular, aunque a menudo se les da forma de diamante.
Se procede a continuación al horneado del baklava de pistachos y después se moja con almíbar para pasar a otra cocción sobre un fuego. El aspecto es inmejorable, quedar tentados por este dulce es inevitable.