Hay trucos de cocina que los compartimos con vosotros porque nos parecen muy interesantes, pues facilitan ciertas labores culinarias, pero ocasionalmente también os mostramos algunos trucos que conocemos porque corren de boca en boca, pero que no llevamos a la práctica porque no nos supone ninguna ventaja sustancial, quizá a vosotros sí, por eso hoy os explicamos cómo medir la miel.
La finalidad de este truco es que la miel, que como sabemos tiene una consistencia densa y es pegajosa, no se quede adherida a la cuchara medidora, por un lado para que la cantidad que se mide y se necesita para la receta sea la exacta, y por otro, porque así resulta más fácil limpiar la cuchara.
Para ello, la recomendación es que antes de poner la miel en la cuchara medidora, se unte con aceite, para que no transmita sabores se utiliza un aceite de girasol o similar. Éste crea una fina película que impide que la miel se adhiera a la cuchara, y se vierta fácilmente en el recipiente en el que se introducen los ingredientes de la receta.
Este truco es igualmente útil para otros ingredientes similares, como jarabes, caramelos, etc. ¿Y por qué no lo utilizamos nosotros?. Principalmente porque nuestro sistema de medidas no son ni cucharas ni tazas, y en nuestro caso además, como habéis podido comprobar, pesamos hasta los líquidos para que haya más precisión a la hora de incorporar ingredientes.
Así que a la hora de medir la miel, también la pesamos y la que queda adherida en la cuchara nos la tomamos, es como una golosina saludable.
Foto | Cascadian farm